Modas parece que ha habido desde que el mundo es mundo. En el vestir, en el hablar, en actuar o en seguir las tradiciones. Llevo un tiempo escuchando aquellas conversaciones que se canalizan en la calle en criticar a los demás, pero en las que nadie es culpable ni se sabe con exactitud quién las dice o las comete. Cuando se trata de señalar al autor casi siempre es un cuñado de la novia del chico que estuvo de pinche en un sitio que no pinchaba.
Estuvo en España, pero que se marchó a Tutimarcha y no ha vuelto por aquí pero de buena fuente a mí me han dicho que el pícaro sabía mentir, verbigracia o ejemplo: -«Le he metido a Hacienda un puro en la declaración de la renta de dos mil euros».-«Oye, pues dime cómo que estoy que no llego».
Otra:-«Ahora cobro del paro y no encuentro nada, pero cuido dos perros a que los saco por la mañana de 8 a 11. Después, a un hermano de mi suegra, que tiene Alzheimer, le cuido hasta las tres. Para terminar limpio en una oficina. Y todo esto en B».
Otro: -«Oye, preséntate si quieres, que hay exámenes y una plaza seguro que te toca porque soy vocal y…».
Más: -«He quedado con el contratista. Dice se puede echar en cada mezcla un saco de cemento menos y que no se nota si la arena es de río, vamos de reírse».
Aquel: -«Si estás dispuesto, por algunos euros tienes el documento en 10 días natural“miente”».
Aquella: -«He ganado el concurso donde mi primo estaba en el tribunal y ha sido por sorteo o “suerte”. Y estoy casada y tengo pareja de hecho, él de derecho y su primo de desecho, mientras los demás, sin techo.
El otro: -«Te puedo conseguir nueces que curan el cáncer, agua milagrosa del Jordán, berenjenas que quitan la artrosis y el reuma o judías verdes evitan que vayas al servicio menos de cinco veces al día».
Y para terminar con el que está de baja porque tiene lumbago y para curarlo trabaja arrastrando guijarros en una obra sin licencia.
Y, ¿quién es el culpable? Pues yo se lo voy a decir. Por lo menos sé de algunos y uno soy yo. Y, aunque lo niegues, tú, querido amigo que estas leyendo, también. Y tu vecino y el consuegro y tu jefe y el de la tienda y el de la barba y el de la boina, el de la moto y el primo de Maroto. Amigo, el que esté libre y no lo haya palpado que tire la primera piedra y si no tiene piedra yo se la doy que las tengo hasta en el riñón y le prometo el segundo puesto y una medalla hecha con la tapa de un bote de tomate, en los que se necesita una motosierra para abrir y partir el tomate, con el cordón hecho de una cuerda de las alpacas de alfalfa. Y mientras besamos la medalla diremos: «¡¿Hasta cuándo?!».
Rafael de Frutos Brun
Montejo de la Sierra
2024
Grande eres.
Cada día más.
Un placer sentirte cerca en esta sierra «tan compleja»
Que te dure bien y mucho la pelleja.
Siempre dando buenos frutos.
Saludos muy amables.