Luis Fco. Durán Carretero
Vivimos unos tiempos convulsos con una crispación producida por idiotas, vamos por unos engreídos y muy justitos de entendimiento. Tan justitos, tan justitos, que no son capaces de darse cuenta de que lo único que están consiguiendo es el enfrentamiento entre sus conciudadanos. Vamos los que les pagamos para que nos hagan la vida más sencilla y buscarnos más problemas de los que ya, de por sí, nos acucian diariamente. Miento. Si saben lo que están haciendo y de sobra, está en su ideario. Crean ruido para que no nos entendamos entre nosotros a la par, que ellos hacen que sus arcas rebosen de beneficios. Ya lo dijo y realizó Maquiavelo. Divide y vencerás. Y estos lo llevan a raja tabla. Para su beneficio, claro está.
El nivel de nuestros políticos, independientemente de su bando, es sencillamente lamentable.
Están consiguiendo un nivel de crispación social insoportable y nunca visto en los últimos cuarenta años y todo, por una falta total de respeto a los ciudadanos de a pie y entre ellos, bueno entre ellos es normal pues con ese ego desmedido y una total falta de vergüenza, pues no puede ser de otra manera.
Estos engreídos, que se creen amos y señores de nuestro presente y futuro, cuando deberían ser respetuosos con él, dado que somos nosotros los que pagamos sus desproporcionados sueldo con arreglo a la labor que deberían realizar y, que no le vemos la positividad de ello. Solo vemos en ellos a una gente altanera que tiene una variedad de insultos para repartirse entre ellos, mientras los que asistimos a esta fantochada nos morimos de vergüenza.
Estos señores, a los que se les supone unos estudios y una preparación, además de educación, se comportan como cerdos en un patatal, bueno los cerdos tiene su porqué, que es simplemente buscarse el sustento, pero a ellos selo pagamos nosotros con nuestros impuestos.
La crispación idiota, provocada por estos ídem, que se palpa en la sociedad es inaguantable y muy dañina, no sé si es que a alguno se le pasado por la cabeza que nos liemos a ostias entre nosotros, porque lo parece y, si es así, lo tenemos fácil. Les damos a ellos unas pocas, eso sí, democráticamente y sin mala intención y así hasta que consigamos tener a alguien coherente al mando de este país. Y no me refiero a un dictador de mierda. No. Simplemente a unos cuantos ciudadanos que estén preparados y con ganas de mejorar la vida de todos los que componemos este hermoso país. No como estos que ahora mismo nos defraudan con sus actos y a los que le importamos un pimiento. Estos individuos que lastran nuestra economía con sus descomunales sueldos y sus millonarias dadivas a terceros. Dadivas y sueldos que salen de los impuestos que pagamos casi todos, haciendo crecer la presión fiscal sobre nosotros que nos aplasta y solo nos deja sobrevivir y, a duras penas.
En seguida salen a gritar que viene el lobo. ¿Qué viene el lobo? Joputas¡¡¡ si vivís en el redil, comiendo a diestro y siniestro y, además procurando enfrentar a las churras con las merinas, para tenerlas separadas y controladas, no sea que juntas se coman al lobo. Que es lo que tenía que ser, y así organizarse solitas repartiéndose los pastos y el agua para regarlos y que no le falte a nadie un bocado.
Bajemos el tono, que esto se nos está yendo de las manos y hay mucho idiota que está loco porque lleguemos a ellas.
¡Salud!
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