El 25 de mayo, en la escuela infantil de Torrelaguna, se vivieron momento de gran emoción, donde muchos no pudieron contener las lagrimas, con el homenaje a Toñi Barbi Calleja, directora de la escuela infantil de este municipio durante muchos años. Su marido Cipri, sus hijos, sus nietas fueron testigos del gran cariño, de muchos vecinos, de antiguos alumnos y de compañeras de trabajo.

Su nieta mayor Ruth, leyó un escrito en agradecimiento a los que asistían y a su propia abuela.

El alcalde Víctor Gutiérrez alabo su trabajo, su entrega y la dedicación a su familia “que debe estar orgullosos del legado que ha dejado en Torrelaguna a través de la casa de niños”. 

Sus compañeras, con la voz cargada de emoción “Toñi nos ilumino, Hemos reído, llorado, discutido juntas, era una maestra de la vida, una fuente de inspiración”, 

Toñi, con su compañera Azucena, empezó en la primera escuela infantil en Torrelaguna, prefabricada, a primeros de los años noventa,  situada entonces junto a la actual residencia de ancianos, con una compañera, y unos 20 niños. Hace unos 14 años se hizo cargo de la dirección de la escuela.

Algunas compañeras y amigas nos hablaron de su trabajo con emoción.

Un proyecto, donde se implicó: “buscaba la coparticipación con los padres, con los niños, a las educadoras. Nunca se desconecto de la escuela, a pesar de su enfermedad, siguió colaborando con la nueva directora, hasta pocos días antes de fallecer..

Se implicaba en los carnavales, animando, busco opciones para que todos los niños tuvieran juguetes… Ella impulso el Ampa del Instituto”. Y aunque no buscaba ser protagonista, por un día lo fue, en el recinto de la escuela infantil, que ella contribuyo a llenar de vida, y que el ayuntamiento apuesta por que lleve su nombre.

Los asistentes pudieron ver un video de homenaje, y participar en una instalación situada en el exterior, donde pudieron depositar un clavel.