Una vez más, y van 53 años, los montejanos nos reunimos por Navidad para celebrar una entrañable fiesta como es la comida, que unos llaman de Navidad y la mayoría de Homenaje a Nuestros Mayores. Sea de una manera o de otra, es una comida que lleva celebrándose, lo dicho arriba, 53 años y que goza de buena salud.
Los amigos de los números, si tienen curiosidad por conocer, aproximadamente, los comensales que pueden haber asistido a esta comida, sólo interrumpida por la pandemia, deben saber que la media de asistentes ha sido de 75 vecinos por año. Eso hace un total de casi 4.000 cubiertos servidos desde su origen. Esta cifra nos anima a saludar a los nuevos que van llegando y a los veteranos que lo van consolidando.
Pero no podemos callar que la comida no sólo es sentarse el día que se celebra y ya está. La comida tiene un recorrido que empieza al terminar el verano. Hay que preparar el sitio en que se va a celebrar, calcular cuántos comensales posibles vendrán, qué menú se va a servir, comprar vasos para el vino, el agua, el cava, vajilla para esa cantidad de personas y así podíamos seguir enumerando cosas y más cosas. Todo eso no se hace el día anterior.
Para ello tiene que haber un grupo de voluntarios que ha de prepararlo todo para conseguir que todo salga bien y que no falte detalle. Y más tarde, una vez terminada la fiesta, cuando todo el mundo se retira hacen que todo vuelva a la normalidad y estos voluntarios no salen en la foto. Un servidor los llama campeones anónimos, porque siempre triunfan, sin fanfarrias, sin ruidos. Desde aquí, gracias de todo corazón.
El reunirnos para esta comida nos sirve para muchas cosas. Primero para celebrar la Navidad, segundo para reunirnos alrededor de una misma mesa haciendo fiesta, para ponernos más guapos (no olvidemos que es una fiesta), para ejercitar nuestra memoria recordando tiempos pasados, para compartir una larga sobremesa, para salir y comer fuera un día y sobre todo para ver y saber que el Ayuntamiento y la Juventud se preocupan de que seamos todos más felices y dejan constancia de que están a nuestro lado demostrándonos su amor con este homenaje.
Con antelación, durante el Puente de la Inmaculada, ya repartieron, puerta por puerta y en mano, la felicitación navideña a todos los vecinos, con la que a los mayores de 65 años les invitaban a la Comida de Navidad que se celebraría el siguiente día 16, sábado.
Ya se notaba en Montejo ambiente Navideño. En la plaza ya estaba el árbol erguido e iluminado con su estrella en lo alto indicando que algo muy importante estaba cerca. Las calles adornadas con sus luces. La iglesia también. Casas adornadas. Muchos visitantes por el pueblo. Se anuncia por Radio Matorral un concierto para el día 30 y se comunica a los niños que los Reyes Magos ya están metiendo los juguetes en sus grandes alforjas. Pronto en sus voces escucharemos villancicos. Mientras iremos diciendo adiós al año más caluroso de siempre. Todo lo que nos rodea se ve diferente en estas fechas, afortunadamente.
Llega el mediodía del sábado 16 de diciembre de 2023. Luce el sol, aunque no para ir en mangas de camisa, y ya se ve que hay movimiento en dirección al frontón. Allí, en la puerta, está el señor alcalde que saluda y felicita la navidad a los comensales que van llegando.
Dentro del salón está todo preparado. Mesas con mucho gusto discretamente decoradas y vajillas preparadas, adornos y luces encendidos. Saludos entre todos. Tanto cocineros, ayudantes y los jóvenes camareros voluntarios que servirán las mesas están esperando la orden de empezar.
Saludo de la concejala Carmen Chacón, lo mismo del Señor Alcalde y bendición del sacerdote a los alimentos. No voy a silenciar el menú porque me pareció digno del mejor restaurante con estrellas. No se puede mejorar, es insuperable. Unos entrantes de sobremesa con jamón serrano, queso manchego curado, langostinos al ajillo y un «clásico», no porque se hubiera repetido en otras ocasiones sino por su veteranía y los recuerdos que nos trajo a la memoria, patatas secas con torreznillos. Todo acompañado de vino tinto, cerveza y refrescos.
Como plato principal tuvimos merluza en salsa con espárragos, ahora con vino blanco, y a continuación, para los postres, tarta charlota. Café, sidra o cava para brindar, dulces navideños , turrón, mazapán y polvorones.
Los «artistas» que hicieron y dirigieron esta maravilla de comida fueron Julia María Palomino y Julio Martín, el «Bobi», que supieron combinar y condimentar y coordinar todo gracias a la buena voluntad y buen hacer de los jóvenes desinteresados que en todo momento estuvieron colaborando. Matrícula de honor para todos.
Después de compartir estos momentos alrededor de la mesa o en pista de baile, pues vino Alejandro Galán a poner música en nuestros corazones y en nuestros pies con canciones de su último disco, todos los asistentes nos sentíamos un poco más arropados, y no lo digo por la manta de borreguillo que nos regalaron a cada uno, y acompañados por la Corporación Municipal y por la Juventud del pueblo. También nos regalaron un calendario con fotografías realizadas por Carlos Palomino y Julio F. Brun. En él iremos tachando los días que faltan para la comida del año que viene.
Los abuelos damos las gracias y felicitamos a todos deseándoles felicidad y salud, sobre todo salud, para poder asistir al siguiente año.
Cuando el 2023 esta despidiéndose, un servidor, emborronador de cuartillas, les desea a ustedes un venturoso 2024 lleno de salud, paz y bienestar.
Rafael de Frutos Brun
Montejo
Diciembre 2023
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