Sobre mediados del pasado mes de julio terminamos el recuento de nidos de Vencejo común (Apus apus), en la localidad de Buitrago del Lozoya. Es el tercer año consecutivo en que lo realizamos, tanto integrantes del cuerpo de agentes forestales como compañeros del grupo SEO-Sierra Norte. 

Comenzamos nuestra tarea en 2021, cuando esta especie fue declarada Ave del Año por el alarmante descenso de sus poblaciones en toda España. Los vencejos son aves únicas, no existen otras parecidas. Sí, ciertamente tienen algún parecido con las golondrinas pero hay más diferencias que similitudes. Son aves fascinantes conocidos como “los artistas del vuelo”, ya que la mayor parte del tiempo de sus más de diez años de vida, lo pasan en el medio aéreo. Precisamente los censos se realizan en la etapa de cría, que es prácticamente la única época en la que aterrizan. 

Nuestro pueblo posee el mayor recinto amurallado de toda la comunidad de Madrid, con más de novecientos metros de perímetro. Este año ha sido el primero en el que hemos observado casi todos los paños, tanto por la parte interior como exterior. También es el primero en el que vamos a compilar todos los datos obtenidos (teniendo en cuenta también los de años anteriores) en un documento que servirá para saber, de un modo aproximado, la cantidad de oquedades que estas aves utilizan. A lo largo de nuestra corta trayectoria, hemos ido mejorando temporada tras temporada, lo cual es lógico. En años venideros trataremos de hacer este trabajo de forma aún más precisa; pensamos que nos faltan nidos por localizar, incluso en los mismos paños que observamos y a los que vamos dos y hasta tres veces a contar. Se invierten bastantes horas en la realización de este censo, los primeros y últimos momentos del día son los mejores, ya que se produce una mayor actividad; hay momentos frenéticos en los que muchos individuos “barren” la pared y algunos de ellos entran en los huecos; requiere de una buena concentración visual y luego buscar en la fotografía (que se hace en los días previos a comenzar el conteo) el agujero en cuestión y marcarlo. Hemos pasado buenos momentos, el nerviosismo de los participantes por no dejar escapar ningún nido, hace que nos divirtamos con la excitación. 

En estos tres años hemos obtenido algunas estimaciones en las que se aprecia que el descenso de parejas es leve. En 2023 hemos apreciado menos huecos ocupados que en los dos años anteriores. Sí que podemos afirmar que desde 2021 para acá no se han realizado reformas en el casco histórico, con lo cual las oquedades existentes son las mismas. Pero si hablamos del pasado, personas nacidas aquí e interesadas en el mundo de las aves, me han contado que de quince o veinte años para atrás, había muchos más vencejos en Buitrago: en la conocida plaza del Belén “el cielo se ponía negro” antes de que anocheciera y “si tirabas una piedrecita para arriba, era raro que no le dieras a alguno”. Son comentarios que aunque suenen un poco exagerados, reflejan una mayor abundancia de las poblaciones de esta ave. 

Nosotros por nuestra parte nos sentimos satisfechos con este esfuerzo para conseguir que las poblaciones se mantengan. La colaboración con los agentes forestales es estupenda y ya somos un pequeño equipo. Os animamos a participar en los siguientes años, se aprende mucho. Para ello simplemente debéis contactar con el grupo SEO-Sierra Norte. El censo comienza normalmente a primeros de junio y estamos hasta mediados de julio. Este año debido a las tormentas de junio, comenzamos un poco más tarde y también terminamos un poco después, ya que incluso la llegada se produjo unos días después de lo habitual. 

Cuando escribo este artículo, a finales de agosto, los vencejos ya no están en los pueblos. Dentro de las aves estivales, son de los últimos que llegan y los primeros que se marchan. Y aunque todavía seguimos en verano, parece que cuando ya no se escuchan sus gritos al volar, esta estación se está terminando y tenemos cerca el otoño. Esperemos que su única puesta anual haya resultado exitosa y el año que viene volvamos a alegrarnos con su regreso, entrada ya la primavera.

Miguel Ángel Granado