El bajo continuo fue una práctica desarrollada en el barroco que consistía
en improvisar, sobre unas pautas armónicas, el acompañamiento de una pieza
a dos o más voces. Este «basso continuo» preferiblemente lo protagonizan
instrumentos polifónicos de tesitura grave, de manera que pudieran ofrecer
una base armónica y tímbrica que sostuviera con creatividad a la parte
melódica, tal y como haría hoy un pianista de jazz.

La peculiaridad de este programa radica en sus instrumentos protagonistas:
el violone y el archilaúd. Se trata de dos instrumentos de bajo, que en
esta ocasión se acompañan el uno al otro. Una característica que une a
estos dos instrumentos es que son de familias muy cercanas: la familia del
laúd y la familia de las violas da gamba.

El violone en sol, es uno de los instrumentos más graves de su familia, y
la afinación de sus 6 cuerdas es la misma a la del laúd renacentista o el
archilaúd, diferenciándose de estos principalmente en que uno se tañe
normalmente con arco y los laúdes con los dedos.

En este concierto exploramos los límites de ambos instrumentos a través del
vasto repertorio del renacimiento y del barroco.

SOMOSIERRA
Iglesia Nuestra Señora de las Nieves
19 de agosto, 20:30h