La Asociación Cultural y Recreativa de Villavieja del Lozoya (ACRV), ha querido cerrar el ciclo de sus actividades, antes de comenzar las vacaciones de verano,  mediante una exposición al público de la pintura de uno de sus socios, Pascual Ludeña. 

La pintura y los dibujos de Pascual Ludeña son un homenaje a la Sierra Norte de Madrid y en concreto al pueblo de Villavieja del Lozoya, al que se acerca desde todos los puntos de vista posible. Su homenaje al paisaje serrano no se detiene aquí: Buitrago es otro de sus temas preferidos: el conjunto urbano, sus murallas, el reflejo de los muros históricos  en el río Lozoya, sus atardeceres y los siempre cambiantes cielos que él sabe captar con todos los colores posibles. En algunas de estas obras las murallas pueden presentar toda su sobriedad y fuerza, mientras que en otras parecen diluirse en un colorido armonioso y fantástico. Así lo vemos en la obra titulada “Atardecer en Buitrago”.   

El artista se ha acercado a este paisaje con el amor y la dedicación de un espíritu sensible y generoso. Hace del entorno serrano algo cercano, próximo, porque lo vive de un modo esencial, lo hace suyo íntegramente. Su modo de pintar no nos engaña: las montañas nos muestran las ondulaciones que parecen infinitas, la vegetación serpentea por las laderas, las nubes viven su danza cambiante sobre  el  azul del cielo. Pascual Ludeña es un pintor realista, yo diría que incluso hiper-realista, amigo del detalle sin perder nunca el conjunto y la composición clásica de esta modalidad de pintura. Paisaje reconocibles, con nombre propio, en los que también cabe la figura humana integrada como un elemento más de la naturaleza, pero sin perder nunca su dignidad, sin quedar anulada, por muy grande que sea la escala del entorno. De este modo, el paisaje se humaniza, como en la obra titulada “Camino de la Dehesa”. 

Pero ese hiperrealismo no empobrece su pintura, no la fosiliza, porque también encontramos el elemento impresionista cuando él mismo queda impactado por una fulgurante y extraña puesta de sol. Amante de la armonía del color y de los elementos clásicos del paisaje, es capaz de quedar atrapado por elementos expresionistas como, por ejemplo, en la pintura “El nogal seco” con un mensaje que sabe unir la vida exuberante de un árbol con su final. 

También encontramos en su obra el elemento etnográfico: las gentes de la Sierra que, como diría Antonio Machado  “….son buenas gentes que viven, laboran, pasan y sueñan…”. Especial cariño ha puesto en el apunte, lleno de color, dedicado a “Justa y Dioni” o en “La Romería”, donde recoge elementos de una fiesta tradicional de Villavieja del Lozoya.

No le falta a este pintor de la naturaleza la mano firme cuando aborda elementos arquitectónicos, como el viaducto de la línea de ferrocarril Madrid- Burgos, la derruida estación de Gascones o el Puente de cal y canto. La estación de Gascones, con sus vigas al aire libre enseñan también que la historia es un proceso, un hacer y un deshacer que puede llevar a la destrucción y, por tanto, al desánimo y a la melancolía. Son dignos de atención los apuntes que hace aquí y allá, con prisas, con lo que tiene a mano en ese instante, lápiz, rotulador o bolígrafo. Porque otra de las pasiones de Pascual Ludeña es la música. En los conciertos a los que asiste en los pueblos de la Sierra Norte, lleva su libreta de apuntes y  queda en el papel el recuerdo de lo que escuchó en La Acebeda, en Prádena del Rincón, en la Alameda del Valle, en Horcajo de la Sierra y en tantos otros lugares. 

Para terminar diremos unas “pinceladas” sobre su técnica. Con mucho humor, Pascual Ludeña dice que “la técnica” es la mujer del técnico. Y con esto nos quiere decir la poca importancia que da a esta faceta de su pintura y de sus dibujos. Pero no nos dice toda la verdad: su obra está realizada con esmero, aunque poco importa el procedimiento que haya utilizado: óleo, acuarela, pastel, técnicas mixtas….El trabajo realizado con cualquiera de estas técnicas está igualado por un instinto de armonía, de delicadeza y de perfección.

La exposición se inauguró en la sala de exposiciones “Casa de Teléfonos” del Ayuntamiento de Villavieja de Lozoya, el día 24 de junio, pudiendo visitarse también los días 1 y 2 de julio, en horario de mañana y tarde (de 11 a 14 y de 17 a20). Domingo solo por la mañana.

Carmen Requejo Sánchez