Por Paloma López Pascual – Psicóloga                                                                       

Juan Manuel Fernández Bonifati.                                    

Nunca imaginé tener que escribir esto. Pero la necesidad de homenajear a alguien importante -alguien que importa-, que tiene el valor que nunca se adjudicó a sí mismo porque la modestia y la humildad le podían, me ha empujado a hacerlo. Sabemos que cuando las personas se van, somos especialistas en decir lo buenas que eran. En este caso, creo que es de justicia no sólo decirlo, sino publicarlo; literalmente. Y agradezco mucho a quienes lo hacen posible en este medio, “el Senda Norte”, uno de los puntos de encuentro más importantes de nuestra Sierra, donde sin duda estas palabras, su imagen y su recuerdo se difundirán por todos estos, nuestros pueblos, en los que residen muchas personas que le han conocido y han/hemos tenido el privilegio de disfrutar de su compañía, amistad y profesionalidad.

Diré su nombre, sin más dilación, porque nombre y apellidos son la manera formal de conferirnos una identidad, y para que los que no tuvieron la suerte de conocerle sepan de quién estoy hablando: Juan Manuel Fernández Bonifati. Ya sus dos apellidos parecían pronosticar el “corazón partío” que siempre tuvo entre la España que le acogió y de la que ya formaba parte, y su Argentina natal. 

Más allá de lo que aparece en los documentos, la genuina identidad de Juanma se constituía en lo que entendemos como una buena persona o, aún mejor dicho, una persona buena. Es una manera sencilla de definir la grandeza de su esencia. Doy fe de que así era, es, después de varios años teniendo la fortuna de trabajar a su lado. 

Por gran desgracia, nos dejó el 8 de mayo pasado. La enfermedad y, a la postre, la muerte, nos arrebató su cuerpo, su voz, su ternura y su inteligencia. Su capacidad de conversar a niveles muy profundos, su saber hacer, su profesionalidad, sus manos pintoras de cuadros que nunca llegaron a exponerse, pero que le conferían su “otra” identidad: la de Artista. Artista, no sólo con los pinceles, sino con las ideas. Artista en resolver conflictos desde su profesión de mediador y educador; en sostener, acompañar, consolar y ayudar a crecer a chicos y chicas a los que casi nadie quiere acercarse, porque son chicos y chicas difíciles, hostiles, complicad@s… Chicos y chicas que, gracias a él, y a gente como él, han logrado salir adelante en la vida, a pesar de la enorme dificultad de circunstancias que les rodearon al llegar a este mundo. 

Como voluntario en diferentes causas, ayudando con su gran generosidad a personas en riesgo social, y profesionalmente como sociólogo, educador, gestor de numerosos proyectos y director en centros de menores tutelados, nunca se le reconocerá lo suficiente la inmensa labor social y humana que hizo a lo largo de su vida y en particular con estos chavales y chavalas. Pero cada uno y cada una de ellas sí se lo reconocen, sí lo saben, y sí le homenajean cada día viviendo una vida que se les ha vuelto posible y mejor gracias a él.

Como artista, además de dejarnos el legado de sus cuadros, nos dejó su modo de hacer del arte algo terapéutico con sus espacios de Arteterapia en los que lograba fusionar la pintura con el psicoanálisis y con la música, generando una labor de indudable y firme apoyo y ayuda para las personas que tuvieron el privilegio de tenerle como terapeuta.

Cuando yo le conocí era Director de la Escuela de Música que, a través de su proyecto como uno de los fundadores de “La Leñera”, empezó a funcionar en La Cabrera y Pedrezuela. Creo que no se puede hacer una tarea gestora y administrativa con más amabilidad y con mejor sonrisa que las que él regalaba, además de con una educación exquisita. Siempre facilitó y resolvió cualquier asunto que necesitásemos de la Escuela, y posibilitó con su gran gestión la celebración de festivales en los que tod@s disfrutamos, mientras él lograba -sin dejar ver el estrés que estos asuntos generan y con la mejor sonrisa de la que hablaba anteriormente- que aquellas tardes fuesen toda una fiesta, preludio de las vacaciones de verano, momento en el que ahora precisamente nos encontramos. 

No importa la época en la que se vaya alguien querido, porque es igualmente doloroso; pero parece, si cabe, más desgarrador, cuando se trata de la primavera, que es cuando él se ha marchado. Porque todo alrededor florece a pesar de la pena y sequía del alma que nos queda a los que le quisimos, a los que le queremos y a los le querremos siempre. 

Parafraseando a Serrat: “Juanma, tu cuerpo será camino, le dará verde a los pinos y amarillo a la genista”, prima hermana de la retama de nuestra Sierra, que precisamente ahora brota a borbotones en nuestros campos; no tengo duda de que es para homenajear a tan ilustre vecino que, aunque de origen bonaerense, nos honró con su presencia y compañía durante la gran parte de su vida que residió en esta zona en la que fue un serrano y un español más. Mención especial en este sentido al artículo que escribió en este mismo periódico. Dejo el enlace para que podáis leerlo: https://www.sendanorte.es/2021/02/08/hacer-patria/  Creo que sobran las palabras. “De bien nacidos es ser agradecido” y así lo quiso dejar él plasmado magistralmente en esta reflexión.

Su constante actitud de gratitud hacia l@s que le acompañaron y cuidaron, y la fortaleza, serenidad y sonrisa con las que vivió su enfermedad, son dignas merecedoras de mi absoluto y profundo respeto y admiración hacia él.

Quisiera haber terminado con la explosión amarilla de la retama, como expresión artística de la impronta luminosa que Juanma ha dejado en los que le hemos conocido, pero no puedo evitar concluir con la nostalgia de un tango, porque la pena nos ha agarrado muy fuerte con su pérdida. 

“Volver

Con la frente marchita

Las nieves del tiempo platearon mi sien

Sentir 

Que es un soplo la vida

Que veinte años no es nada

Que febril la mirada

Errante en las sombras, te busca y te nombra

Vivir

Con el alma aferrada

 A un dulce recuerdo que lloro otra vez”

“QuedÁte” tranquilo, que nunca vamos a olvidarte querido Juanma. Nunca.

https://www.youtube.com/watch?v=txTQNUZtyck&pp=ygUUdm9sdmVyIGNhcmxvcyBnYXJkZWw%3D  (“Volver” Carlos Gardel)