Fiel a la cita de sábado santo las vecinas de Redueña celebraron su ya tradicional taller de torrijas. 

A las 11:00 de la mañana varias mujeres se juntaron en el ayuntamiento viejo, con distintos utensilios de cocina para comenzar a elaborar las típicas torrijas. Mientras unas iban calentando la leche con las pieles de naranja, limón y la canela en rama; en otra zona otras se encargaban de cortar las barras de pan del día anterior, y por otro lado estaban preparando las bandejas con azúcar y canela molida. 

YA estaba todo listo para empezar a empapar el pan en la leche y los huevos batidos, y comenzar a freir las torrijas, para después rebozarlas en azúcar y canela. 

Desde las 11:00 a las 14:00 se hicieron todas las torrijas que por la tarde se comerían por todos los vecinos que así lo desearan, después de la misa. Las pocas que sobraron se comieron el domingo.

Aunque todas hacen torrijas en casa, ningunas están tan buenas como las que se hacen en el taller, con las risas y chascarrillos que se cuentan durante la elaboración. 

Otra manera de celebrar la semana santa en vecindad y manteniendo nuestra tradiciones.