A comienzos de los años ochenta, la recién formada Comunidad Autónoma de Madrid (C.A.M.), puso en marcha la recogida de basuras y restos domiciliarios; formándose a tal efecto para Cabanillas de la Sierra, Venturada y Redueña una “comunidad de basuras” para la cual, la C.A.M., dotó de un vehículo equipado para los tres municipios.
Desde su iniciación se vertía la basura de cada municipio en el respectivo vertedero determinado por los tres Ayuntamientos.
En Redueña, se determinó que fuese en la llamada “Fuente de Abajo” o “Fuente de la Mora”, prácticamente a la salida del entonces casco urbano y camino del cementerio; afectando por su proximidad con olores y pésima panorámica a los vecinos de esa zona, donde se ubica la iglesia -“monumento de interés cultural”- y a las posibilidades urbanísticas de fincas próximas y colindantes “Las tres Casas” y “La Vega”.
Ante las protestas vecinales y buena voluntad de Venturada, el mencionado vehículo no llegó a bascular en la “Fuente de la Mora”; sino en el vertedero fijado por el Ayuntamiento de Venturada.
Lógicamente, eso pudo suceder nada más un corto periodo de tiempo; hasta que el “sentido común” regresó al Ayuntamiento de Redueña, que determinó que los vertidos se realizarán en el ”Prado de las Viñas”, en una finca propiedad del Ayuntamiento con fácil acceso y sólo, a menos, de quinientos metros del fijado previamente, ya pasado el cementerio y prudencialmente separado del “casco urbano”.
Pasados unos años y con el desarrollo de la C.A.M., se estableció su destino final a las plantas “clasificadoras y transformadoras” para el aprovechamiento de los referidos residuos urbanos.
En Redueña, se fijo simultáneamente un punto de recogida “por encima del frontón”, donde se permitía depositar restos de poda y siega de jardines; si bien la gama de desperdicios se fue incrementando; así como su procedencia (no sólo de Redueña).
Esta situación, que perduró varias alcaldías, cambio curiosamente a la llegada de la actual alcaldesa del Partido Popular, de tal forma que la recogida de residuos urbanos domiciliarios, ha pasado a contenedores estratégicamente ubicados, donde los retira, puntualmente, el servicio de la Comunidad Autónoma; pero el “punto negro” de podas y “demás” muy heterogéneo curiosamente se ha fijado “por el Excmo Ayuntamiento” en la “Fuente de Abajo” o “Fuente de la Mora” con el agravante, de que dicha zona ha sido calificada como “parque urbano”; siendo aprobado ya por la Comunidad Autónoma un proyecto para su lógico desarrollo; pero aún más, las fincas colindantes, están calificadas como desarrollos urbanísticos, que desde hace varios años, están pagando los correspondientes tributos para tal calificación… Algo verdaderamente aberrante, pues el Excmo. Ayuntamiento de Redueña, sigue contando con la propiedad del “Prado de las Viñas”(*), apenas distante del referido parque (menos de quinientos metros), fuera de vistas molestas y con una vía de acceso excelente, ya pasado el “cementerio municipal” y fuera del casco urbano o zona de ampliación.
Ni la furgoneta mixta y ratona del Ayuntamiento, gastará mucho más combustible, ni los podadores “espontáneos” o los “cuasi/profesionales” que hay, tendrán mayor trabajo y molestias, para conservar adecuadamente un parque que la naturaleza ha dotado de manantiales y abrevaderos para el ganado, aún existentes en Redueña; los cuales sería sonrojante, que fueran contaminados, por los residuos de todo tipo que reiteradamente, se vienen arrojando en el mencionado “punto negro”.
El motivo pues de esta publicación es poner de manifiesto al Ayuntamiento de Redueña que, en las actuales circunstancias, debe asumir la obligación de procurar y gestionar la relocalización de la recogida de los residuos urbanos en “Prado de las Viñas”, por las razones antes manifestadas y dar satisfacción a todos los contribuyentes y ciudadanos de dicho municipio, en evitación del deterioro medioambiental que está repercutiendo sobre los mismos, no ya solamente por razones de salubridad, sino también en la evitación de las molestias que vienen siendo denunciadas reiteradamente y que a pesar del tiempo transcurrido, el Ayuntamiento viene haciendo caso omiso.
Por favor, sensatez y buena voluntad, avancemos en paz y buena armonía… Dejemos “historias que vienen de largo”.
José Santamaría Pérez
(*) Atravesado por el “camino-carretera rural al Berrueco, cuenta con 15.751metros cuadrados; 10,061 en el polígono 9, parcela 64 y 5.690 en polígono 4, por supuesto ambas de zona rústica.
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