Miguel Ángel Granado
Ayer mismo pude apreciar, a las afueras de Buitrago, el vuelo acrobático de los milanos. Se les considera los timoneles del aire, ya que su cola ahorquillada les permite realizar giros cerrados en poco espacio, es gratificante observar sus acrobacias aéreas. En nuestro país distinguimos dos especies: el Milano negro, que es estival (solo le veremos en primavera y verano) y el Milano real, presente durante todo el año. Ahora en invierno será más frecuente ya que, el Milano real (Milvus milvus) es migrador parcial y, aumenta considerablemente sus poblaciones durante los meses fríos, ya que muchos individuos más norteños, se desplazan a cobijarse en latitudes más meridionales. Su distribución a nivel mundial se limita a algunos países europeos y algunos enclaves del norte de África, región del Cáucaso y Turquía. En España su población se extiende de norte a sur aunque, la densidad entre unas regiones y otras es muy desigual. No se encuentra en Galicia, Asturias, Cantabria y toda la franja litoral del mar mediterráneo, desde Cádiz hasta Gerona. Asimismo ausente en las Canarias, Ceuta y Melilla.
Su hábitat predilecto es la media montaña, con zonas de piedemonte despejadas donde obtener alimento. Las parejas residentes no se alejan mucho del nido en invierno para poder seguir manteniendo su territorio. Muestran ese carácter territorial regentando su zona habitual. Algo bien distinto sucede con la población invernante que, al no reproducirse aquí, no muestra este aislamiento, creándose agrupaciones de muchos individuos en zonas de campiña con sotos fluviales, pinares,…congregándose al caer la noche en los árboles, donde pernoctarán agrupados.
Es una rapaz de tamaño medio/grande, con unas dimensiones de 59-66 cms. de longitud y una envergadura de 140 a 170 cms. y, un peso que ronda el kilogramo. En la zona frontal dominan los tonos rojizos junto con zonas claras. La cabeza y el cuello son de un color gris blancuzco, con unas líneas oscuras muy finas. La cola y la parte inferior del plumaje de las alas son blanquecinas: en vuelo se ve como con codos blancos. Sin embargo, la zona dorsal es distinta, dominando los tonos rojizos más oscuros pero con gran contraste de pequeñas zonas claras, debido a los bordes pálidos de las plumas coberteras de las alas. La cola se aprecia pardo-rojiza, la cabeza del mismo color que frontalmente, las alas son largas, estrechas y acodadas hacia atrás y, la cola, como ya comentamos, profundamente escotada. Las hembras son ligeramente más oscuras y los jóvenes de color más claro y uniforme.
Su dieta es muy variada, desde gazapos hasta pequeñas comadrejas, erizos, ratas,…aunque lo normal son presas más pequeñas como ratones, topillos, etc. También aves de pequeño tamaño aunque las urracas y palomas, por ejemplo, son capturadas ocasionalmente. Ranas, lagartos, sapos, insectos de gran tamaño y, en mayor medida peces. La carroña forma parte importante de su alimentación, frecuentando los basureros y las carreteras. Asimismo en invierno se nutre de grandes invertebrados como el Grillo topo o Alacrán cebollero. No es buen cazador, acecha a sus presas desde el aire con vuelos circulares y se lanza sobre ellas en picado pero, si falla en el primer intento, es difícil que la presa acabe en sus garras.
Llegada la época reproductora, allá por los primeros días de marzo, la pareja comenzará sus vuelos de cortejo, con espectaculares maniobras aéreas mientras emiten su canto, como un maullido aflautado. Una vez en pirineos, observé una pareja de milanos que incluso, se cogían de las garras y, se dejaban caer en picado, como en tirabuzón; cuando se aproximaban al suelo se soltaban y continuaban volando a la par. Tras las cópulas, previamente reconstruido el nido, la hembra depositará de uno a cuatro huevos en el cuenco, construido en las ramas de árboles de buen tamaño. La incubación se extiende durante algo más de un mes y es la hembra la que permanece en el nido casi en todo momento. Los pollos que nacen con pequeñas diferencias de edad, como en otras rapaces, son alimentados por ella, con el aporte alimenticio del macho, durante los primeros 14 días. A partir de entonces, ambos progenitores buscan alimento y los comienzan a dejar solos en el nido. Volarán cuando tengan aproximadamente 50 días. Este ave que aparece como “en peligro de extinción” en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas, está viendo descender sus poblaciones alarmantemente, sobre todo debido a la pérdida de hábitat, ingestión de cebos envenenados, tendidos eléctricos, etc. Protejamos a los milanos, aves con un volar único y particular y, podremos seguir disfrutando, incluidas las futuras generaciones, de las acrobacias aéreas de esta singular ave rapaz.
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