El pasado 12 de septiembre a las 21:30 en el parque municipal de Redueña, los vecinos y visitantes tuvieron la ocasión de disfrutar de la proyección de “La Traviata”. Una actividad que contó con todas las medidas de seguridad que dadas las circunstancias sanitarias en la que nos encontramos se vuelven de obligado cumplimiento para la celebración de cualquier acto que se dé. Esta actividad estaba dentro de La programación del Circuito de Cine de Verano (21ª edición) de la Consejería de Cultura y turismo de la Comunidad de Madrid.

Se trata de uno de los programas de proyecciones al aire libre del que se han beneficiado este año más de 31 municipios madrileños de menos de 15.000 habitantes. 

En el caso de Redueña, la obra que se proyecto fue la opera de «La Traviata» grabada en el Teatro Real. Esta ópera es la tercera y última ópera de la denominada ‘trilogía popular’, que inicia el período de madurez de Giuseppe Verdi (al que también pertenecen «Rigoletto» e «Il Trovatore»). Está basada en la novela de Alejandro Dumas hijo «La dama de las camelias», que relata la triste existencia de Marie Duplessis, célebre cortesana parisina que murió a causa de la enfermedad romántica por antonomasia: la tuberculosis. «La Traviata» lleva por primera vez a la escena operística, con un realismo sin precedentes, la desgraciada historia de una mujer víctima de la doble moral burguesa. Violetta Valéry conoce el verdadero amor en el joven Alfredo Germont, pero debe renunciar a él a petición de su padre, Giorgio Germont. Verdi puso aquí mucho de su propia relación con Giuseppina Strepponi, su futura esposa y su más fiel apoyo. La obra fue un fracaso en su estreno, el 6 de marzo de 1853 en el Teatro La Fenice de Venecia, por presentar escenas de la vida cotidiana en lugar de historias de nobles o gobernantes. En esta producción, que abrió con enorme éxito la temporada de ópera 2003-2004, Pier Luigi Pizzi ha ambientado la obra en el París ocupado por los nazis, donde los personajes tienen la sensación de vivir al día, en permanente estado de guerra, lo cual alimenta su pasión, que es lo único a lo que pueden aferrarse.

Una apuesta por la cultura en Redueña, que sirvió para acercar por primera vez a este género a algunos de los asistentes, los cuales salieron encantados y con ganas de repetir.