Hoy, diez de Mayo, intento recomponer la situación y por mucho que me esfuerzo mis pensamientos vuelven y vuelven al punto de partida. Como hemos llegado a este desastre.

Anteayer ocupé parte del tiempo viendo en la cadena gubernamental un programa más de adoctrinamiento de la población, La sexta columna, y ayer otro de la sexta noche, dónde el presentador ya ni disimulaba su parcialidad. ¡Qué pena de periodismo! Lo que hace el sumisión y la conservación de poltronas y las compensaciones monetarias llamadas subvenciones.

En horas de máxima audiencia, diez de la noche, pretendían hacer ver el ataque sorpresa de este covid19 y el desconcierto, por inesperado, que había causado en el mundo. Como es global, (mal de muchos, consuelo de tontos) balones fuera y que la mierda se reparta; todo para salvaguardar la cara a un gobierno y distraer responsabilidades. Bueno, que incluso se cebaron con la presidenta de la comunidad de Madrid por el acto de cierre del hospital de Ifema, sus bocadillos de calamares y hasta se mofaron con la foto de “virgen tonta” en la portada del Mundo del día siguiente. Un flash cortito de la manifestación del ocho de marzo sirvió para “manifestar su imparcialidad”. Resumiendo, nadie lo vio venir y si alguien tuvo la culpa fue la O.M.S que no avisó a tiempo, Vox por su asamblea y “Franco que nos lo manda desde Mingorrubio porque somos infieles”. “Todo un reportaje informativo muy aleccionador”. Nada en el débito del gobierno central y toda una aptitud positiva y buena praxis para responder en su debido momento a esta pandemia.

El lema convenido es, eso es agua pasada, no volver a tocar y que ahora se hable de lo bien que lo hacen en su “desescalada” con el asesoramiento de un comité de expertos con nombres ocultos y tomando decisiones sobre quien pasa de una fase a otra y a quien se les restringe más sus libertades. “Luz y taquígrafos que decía el coletas”. Ese que se ha ganado a pulso todos los calificativos peyorativos que se le quieran acompañar. Ese que ha pasado en cinco años de ser proletario a Marqués de Galapagar, ese que se lo ha montado a consta de los ilusos de sus votantes que se han creído su verborrea “tombolera”, ese desaparecido en combate cuando se le esperaba en primera línea de las residencias, ese que no quiere el desgaste y se oculta esperando la presa. Ese que no sabe lo que es trabajar y se vale de los currantes para adquirir el poder. Ese engañabobos, dulce o lleno de odio, según su interés particular. Todo un personaje. 

Pero ahora llega el tiempo de la economía y tras los veintisiete mil fallecidos por la enfermedad vienen los “muertos” del paro, de los eres. Viene el otro drama, la pobreza, la gente sin techo, el hambre. El oro, Madre mía, Rosalía, bájale,  que diría nuestra cantante de moda.

Vamos hacia unos meses, años, de convulsiones políticas con un paro jamás conocido y con revueltas en las calles.

 D. Pablo Iglesias, (ya has adquirido el don) ahí debería estar tu sitio. Ese en el que te sentías y te movías como en casa, ahora chalet. Quién levantará las calles, a los parados, a los pensionistas, al hambre, a los sin techo. Estamos sin líder contra la casta. Quien nos guiará contra los “maderos”? Es tu hora. No nos defraudarás?

Ya no hay duda; el paro rondará los ocho millones, la deuda al ciento veinte por cien y el crecimiento en nueve o diez puntos negativos, o sea una recesión de caballo, nuestra deuda soberana convertida en bonos basura, la prima de riesgo sin control y mosqueados por si hay corralito. Todos los indicadores suenan a rescate. Pero no será gratis, Europa da, pero exige Habrá recortes, primero funcionarios, luego vendrán pensiones, o al revés que lo mismo da, y más tarde salarios. Seremos rescatados a la griega? Es decir 30% de recortes en las pensiones y hasta el 50% el de la mitad de los funcionarios y un 15% la bajada de salarios. ¿Este gobierno que presume de social demócrata y que, de momento, no se tocará  su salario, (ya urdió la pregunta el presidente no queriendo responder al periodista en su programa de “Aló presidente” del sábado pasado”, diciendo que había un programa social para familias desfavorecidas, créditos I.C.O y que los iban a dar seiscientos euritos unos meses para su contento) será el que nos devuelva a la normalidad o saldrá en desbandada por ineptos? De momento esa es la aportación al interés social y a la solidaridad de sus miembros y miembras. Un gobierno débil con menos apoyos cada día, sin diálogo, sin rumbo y atrincherado en su confinamiento. ¡En qué manos estamos!, Rosalía.