J.B con hielo

Hoy, 13 de Abril, se cumple un mes desde que se adoptaran medidas contra la pandemia Covid 19.

Medidas que se han tenido que adoptar por la situación gravísima de nuestra población y que no vamos a recordar.

Quiero hablar, sobre todo, del origen y las consecuencias de mirar para otro lado, cuando se nos avisó de antemano de lo que sobrevenía.

Parece ser que en nuestra nación española, ahora también se incluyen vascos y catalanes, hubo un primer caso, ahora detectado, en la comunidad valenciana en el mes de noviembre del año pasado, al cuál no se dio importancia ya que se alegó muerte por neumonía. Claro que la neumonía puede ser enfermedad infeciosa.

Después sabemos, en el mes de enero, que la situación se complica en China y Corea del Sur, las cuales adoptan un confinamiento austero de la población que les ha costado una gran cantidad de fallecimientos y sesenta días de parón económico. Posteriormente este virus, en grandes proporciones toca a Italia. Entretanto en España se nos dice que es un bichito parecido al de la gripe y que total tranquilidad.

El 25 de febrero la O.M.S nos avisa que esto es más grave de lo que se piensa y que estemos preparados para lo que se nos viene encima. El diario El País se hace eco en primera página de ésta comunicación.

Nuestros gobiernos, y en esto se incluyen nuestras comunidades autónomas, les pilla el toro de la manifestación del 8 de Mayo y algunos “listillos” “listillas” nos dicen que no pasa nada, más muertes causa la violencia machista, entre otros nuestra ministra de igualdad , que más bien corta que perezosa de pone, junto atrás, otros, ministros de nuestro gobierno al frente de esa manifestación, a la cual nuestras autoridades sanitarias nos advirtieron de su peligrosidad de propagación del virus. 

Como no se atrevieron a prohibir, sí, prohibir, este término que a los progres no les gusta, tal convocatoria, no pudieron impedir actos multitudinarios como los partidos de fútbol, conciertos o asambleas como la de VOX.

A partir de ahí, nuestro desgobierno, toma las riendas de sanidad y con la proclama del “ aquí estoy yo, dejadme solo”,

Se lía la manta a la cabeza y, solito, comienza su carrera de despropósitos, importándole un cojón la oposición, que le recrimina el no adoptar medidas conjuntas.

Ellos solos se creen capaces de solucionar el asunto, el Pedro y la cadena gubernamental, la Sexta. Hasta Pablo desaparece de la escena, se esconde para que no le salpique. Es listo, mejor, listillo.

Lo muertos se hacinan en las morgues y los hospitales se nos llenan de enfermos. Pánico en el ambiente. Hemos pasado lo peor? Yo pienso que no.

Venceremos este bicho, seguro, habremos arrimado el hombro, todos, cada uno en su puesto, a pesar de nuestros desgobiernos, pero con mucho sufrimiento y muchos daños colaterales.

Cuántos muertos? Cuántos dañados por la invasión del virus? Y de lo que nadie puede calcular; la gran depresión.

Nos toca otra postguerra, algunos la hemos pasado y hemos salido. El ser humano se adapta a cualquier situación.

Tendremos una desaceleración, habrá crecimiento negativo durante unos años. Cuántas vidas  nos costará? cuántas depresiones?, cuántos suicidios?….Esa será la segunda parte. Y de nada nos servirá buscar culpables.