Tiene 39 años, es de Montejo y decidió cambiar su vida en Madrid para desarrollar su proyecto laboral en Buitrago, donde ha abierto la mercería Muskaria. Una pequeña tienda donde combina la venta de material para labores con ropa y complementos de diseño propio y cursos para las personas que quieren aprender a coser.

Por eso, Muskaria se ha convertido en un lugar perfecto para encontrar regalos originales y personalizados y un ejemplo de pequeño proyecto de emprendedora.

¿Qué hacías antes de venirte a Buitrago?

Antes de venirme a Buitrago tenía una vida totalmente diferente a la de ahora. Trabajaba en una oficina gestionando deudas judiciales … Me vine a vivir a la sierra por mi pareja, y fue él quien me animó a emprender este negocio hace ya casi tres años. Yo soy de Montejo aunque vivía y trabajaba en Madrid. Elegí Buitrago porque, de la zona, es el pueblo más grande y es donde tenía más posibilidades de sacar adelante el negocio. 

Cuéntame cómo te dio por abrir una mercería

Las posibilidades de encontrar trabajo en la sierra ya se sabe que son mínimas, así que aposté por emprender algo que me parecía trabajo y hobby a la vez. Desde hace mucho tiempo me ha gustado coser, aprendí en un par de academias en Madrid las bases para empezar a hacer cositas interesantes y vi una oportunidad abriendo una tienda dedicada al sector. 

Esto es bastante más que una tienda de botones, cuéntame la parte de formación y la parte de creación…

No tenía ninguna formación para llevar una tienda, nunca había trabajado como dependienta pero me parecía interesante dedicarme a vender cosas de las que más o menos entendía… ¡y lo que estoy aprendiendo! Estuve unos 3 años en un par de academias de patronaje en Madrid y eso fue lo que me impulsó a abrir el negocio, tenía ganas de enseñar lo que sabía hacer: ropa y complementos. He de decir que soy bastante autodidacta, me he ido formando poco a poco a base de investigar en Internet, ver qué cositas hacían los que se dedican a este mundo y sacar creaciones a base de ensayo error

Me gusta la idea de pensar que no es una mercería al uso, que a parte de vender lo más típico de las mercerías, tiende a ser un negocio de artesanía «hand made» con cositas originales para regalar o para darte un capricho.

Por otro lado, también hago arreglos básicos, desde meter el bajo de un pantalón hasta poner una cremallera a un abrigo. Esa opción no existía en Buitrago hasta ahora y me parecía muy buena idea dar ese servicio a los vecinos.

¿Qué ha sido lo más satisfactorio?

Desde el punto de vista artesanal, te puedes imaginar lo satisfactorio que es que la gente reconozca tu trabajo, que le guste lo que haces y que lo lleve orgulloso diciendo que lo han hecho a mano y es único y original, eso es lo que más me gusta. De hecho, yo siempre llevo algo hecho por mí, ya sea una camiseta, cuello para el invierno, una falda, sudadera…

Desde el punto de vista personal, me gusta mucho trabajar de cara al público. Me considero una persona muy abierta y social. Cuando no atiendo a mis clientes estoy en mi taller trabajando en arreglos o haciendo creaciones nuevas y sinceramente, me gusta mucho a lo que me dedico, en todos los sentidos.

¿Cómo valoras el sector del comercio en Buitrago?

Hoy en día los pequeños comercios corremos el riesgo de desaparecer por el auge de las grandes superficies y sobre todo por la venta de productos on-line, pero creo que si alguien valora lo artesano, seguirá yendo a nuestras tiendas a comprar productos únicos y hechos a mano con cariño. Desde que abrí la tienda tenía muy claro que quería llegar a todo el público posible, no sólo a la gente que le guste coser o tejer, o gente mayor… Es muy típico decir que las mercerías son de abuelas…

Me han dicho que tienes un convenio firmado con los Reyes Magos… Que se encontrarán cuando lleguen a Muskaria?

Si quieren hacer un regalo original, pueden encontrar desde fundas para libros muy originales hasta mordedores para bebés o camisetas tuneadas a mano. Intento tocar muchos palos, hay monederos, mochilas, riñoneras, cuellos calentitos para el invierno… hasta cojines de colores para niños y para no tan niños! El caso es hacer un regalito original y único y si es hecho a mano… ¡mucho mejor!