Una tormenta seca. Un Rayo. Un fuerte viento con dirección variable. La sequedad del ambiente. Todo ello dieron fuerza a un incendió que ha mantenido en vilo a vecinos de El Berrueco, aunque también ha alarmado a vecinos de Lozoyuela y Sieteiglesias. El olor a quemado se llegó a notar hasta en pueblos como Madarcos.

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Un rayo, con toda probabilidad, cayo en los alrededores de la urbanización Pradera del Amor, junto a la M-127 que conecta El Berrueco con La Cabrera y la A-1. El incendio se originó poco después de las nueve de la noche del 23 de julio en una zona de vegetación próxima a la M-127, que fue cerrada al tráfico de inmediato a la altura del kilómetro 2,5, desde la conexión de la A-1 hasta El Berrueco. La circulación permaneció interrumpida también en la M-131 hasta SieteIglesias, sobre todo, para facilitar el trabajo de los servicios de Emergencias.

El fuego impulsado por la vegetación seca y el viento causo espectaculares imágenes de murallas de fuego. 

Emergencias 112 de la Comunidad enseguida activo el nivel 1 contraincendios del Plan Infoma. Viviendas de la urbanización, y otras aisladas fueron desalojadas para evitar daños personales y, a los animales que había en la zona. 

El incendio que comenzó a ultima hora del 23 de julio, se extendió en un principio hacia El Berrueco, pero los cambios de  vientos lo llevaron en dirección a Sieteiglesias. Los habitante de una urbanización de Lozoyuela, junto a la gasolinera del kilómetro 64 de la A-1, fue avisados de la probabilidad de un desalojo. 

El cambio en la dirección del viento, y el cese del mismo, a partir de la 3 de la madrugada hicieron más fácil el control del perímetro del mismo.

A primera hora del 24 de julio se le consideraba controlado, trabajando desde primera hora de la mañana medios aéreos para refrescar las zonas quemadas y evitar que se reprodujera. Los medios terrestres estuvieron en guardia y activos toda la noche, aunque lo agreste de la zona, la ausencia de caminos adecuados, los bloques de piedra de granito dificultaron su trabajo, cuando no lo hacían casi imposible.

Según los primeros datos no ha habido daños en viviendas, aunque muchas se vieron rodeadas por el fuego, quemándose árboles y matorrales.

En total, el dispositivo desplegado está conformado por más de 120 efectivos -23 dotaciones entre Bomberos, y Brigadas Forestales- que trabajan, junto a medios aéreos, en la extinción del fuego. Tres helicópteros trabajaron en labores de extinción cogiendo agua del embalse de El Atazar que luego era vertida en la zona «más escarpada y dé difícil acceso» del incendio.

Las primeras cifras hablan de una 100 hectáreas quemadas de monte bajo y matorral. 

2007 – Incendio

El 4 de agosto de 2007, también en la zona de la urbanización de la Pradera del Amor se produjo un incendio que afectó a 59 hectáreas. Esta zona fue repoblada posteriormente, y ahora nuevamente quemada.