J.B — Rascafría
Parece mentira, pasan los años, echo un vistazo atrás y veo que han pasado por el escenario diferentes corporaciones de izquierdas, derechas, centro; también autodenominadas social-democracias. liberales o incluso progres y han representado su función. Leo mis artículos escritos desde el 2006 y siguen siendo tan válidos como entonces, incluido el título. Es para nota. Eso si, facilita mi trabajo; es un corta y pega.
Durante el mes pasado nos han llegado cartas, panfletos y mensajes llenos de “realizaciones y objetivos cumplidos”, por parte de los equipos gobernantes y de “malas gestiones, derroches presupuestarios y hasta poca honestidad en su vida pública”, que los situados en la oposición les atribuyen a los primeros. También hemos podido leer y escuchar toda una serie de promesas y ofertas que unos y otros han lanzado en busca de nuestro voto en los distintos folletos repartidos y mítines convocados.(cada vez menos porque hay aspirantes que no se sostienen)
Por otra parte, en nuestras localidades, donde todos nos conocemos y sabemos del pie que cada uno cojea, seguro que ningún aspirante nos habrá engañado en época electoral con apariencias o aspectos impropios, aunque más de un@ (esto si) se lo haya propuesto y creído a última hora, porque, mirándose al espejo, se vea alto, guapo y listo y se tire besos con efecto boomerang y además se imagine, todavía, con edad de merecer. (Art. Crédito a cuatro 2007)
En el 2013 por estas fechas, en un artículo publicado bajo el título de “Encajes de bolsillo” se describía muy gráficamente la situación de desamparo en la que nos encontramos los contribuyentes ante nuestros ayuntamientos y la gerencia del catastro con respecto al llamado impuesto de bienes inmuebles, más conocido como contribución. Todo sigue igual. Es la primera parte de un prólogo que recordaremos poco a poco a través de este periódico. Si, poco a poco, el mas de uno les turba y atiborra la cabeza a nuestros ediles. Son novicios. Margen de confianza.
He notado en mi vuelta a los ruedos un poco de todo, unos lo agradecen (espero los más) y otros me miran desafiantes. A estos últimos les digo que en este tema soy vegetariano.
Trataremos estos bajo mi prisma, que no quiere decir que sea el dominante ni el infalible, será el mío.
Si alguien se molesta se habrá creado un problema, nunca será mi responsabilidad. Todo es cuestión de no darse por aludido.
En las votaciones para elegir a los alcaldes, hemos conocido pactos oscuros, alianzas, otrora inconcebibles; discursos sin palabras (mira que es difícil); es igual, se trata de llegar, no importa el cómo ni por donde, interesa el fin. Una vez conseguido habrá que cocer el percebe y eso se hará sin prisa. Cada uno exigirá su parte de botín, veremos, si les darán la uña o el pedúnculo.
En éstos pueblos pequeños, la experiencia nos demuestra que es muy sencillo administrar;
otra cosa es gobernar, para lo que se necesita saber hacer y sentido común, que, ciertamente, es el más común de los sentidos.
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