J.B. – Rascafría
Confieso que tiempo atrás tuve dudas sobre el modelo de gestión del agua, llegando a pensar que el actual convenio, vigente después de la sentencia, era lo más beneficioso para el conjunto, pero hoy día las tengo totalmente aclaradas.
Para que no haya malas interpretaciones y alguno pueda pensar que me mueve algún otro interés, les digo que mis facturas bimensuales ascienden a unos treinta euros con el canal y sin él.
Hoy estoy aquí y digo lo que digo porque creo en la gestión municipal. Porque los municipios deben de asumir competencias, porque los alcaldes deben justificar el sueldo y los que no lo tengan les va en su honra. Porque los ayuntamientos no se deben de quedar solo como meros entes recaudatorios, limitándose a mirar como los secretarios y administrativos cumplen su función. Una de estas competencias, precisamente, es la gestión del agua. Una gestión que le ha venido grande a nuestro consistorio durante los últimos años y particularmente los dos últimos. Se ha despreocupado del tema y nos ha creado un problema.
Con la nueva corporación municipal, se ha dejado sin competencias al grupo que se ha dejado el alma por el agua en Rascafría, y esto es alarmante, porque nadie ha cogido el testigo y me temo que le dejarán caer y serán descalificados.
Y a mí me preocupa. Me preocupa que llevemos 50 años gestionando y de la noche a la mañana nos encontremos subordinados y dependientes del canal de YII, hasta ahora, un extraño para nosotros.
Me preocupa que haya gente que diga, y otros que se crean, que le van a venir a su casa a decirle que tiene una deuda y a pedirle 1500 euros. Esto no va a ocurrir. No va a ocurrir porque esto es ilegal y no ha sucedido nunca. Las deudas de los ayuntamientos las tienen que pagar los propios ayuntamientos, NO LAS PERSONAS.
Me disgusta que crean que no somos capaces de asumir y gestionar nuestros recursos. Esto es lo que nos están diciendo.
Me preocupa que nada se haya dicho en los pactos habidos. Por cierto, que estos se han escondido hasta antes de ayer y los votantes los deberíamos haber conocido antes de emitir el voto. Porque esto se veía venir.
Y yo quiero depender de mi ayuntamiento. Que si tengo que reclamar pueda acudir a mi ayuntamiento. Que si tengo un problema se solucione en mi ayuntamiento. Que si tengo algo que echar en cara a una gestión pueda acudir a mi ayuntamiento. Que si tiene que tomar una decisión a favor o en contra no lo haga un extraño, lo haga mi ayuntamiento.
Porque los problemas de una casa se tratan en la casa. Porque lo último que hace una familia es deshacerse de sus bienes para quitarse el problema. Porque una vez que se desprende uno de algo se deja de ser dueño y se pierde el control de ese bien. Porque mientras existan hay que buscar otras soluciones. Y aquí las hay.
Por eso hoy vuelvo a repetir lo que dije en la asamblea de la iglesia: Quiero que la gestión del agua se vigile desde mi ayuntamiento, para tener el control de este recurso, para exigir a mi ayuntamiento que administre bien mis impuestos. Para pedir a mi Ayuntamiento, que a partir del día de su constitución se ponga manos a la obra y empiece a pedir cuentas al Canal y saber, a ciencia cierta, lo que el Ayuntamiento debe de pagar por rescindir el convenio. Que nadie se crea las cifras que se dan hasta que no se demuestren. Así que nadie se asuste.
Voy terminando, no sin antes reflejar lo que la Sra. García Piñeiro, portavoz en la asamblea de UPyD, hoy sin representación, opinaba en su día con razón: Si ha habido trato de favor o condonaciones de deuda del Canal con Rascafría, sería en perjuicio de todos los madrileños; y añado, si los diversos grupos parlamentarios conocen el convenio y son conscientes de este hecho, a qué esperan para denunciar este compromiso por desigualdad de trato de una empresa pública hacia los diferentes municipios.
Por último deciros que prefiero pagar lo mismo que ahora pago, pero dárselo a mi Ayuntamiento y que sea El su administrador. Porque, vuelvo a repetir, creo firmemente en la gestión municipal.
Otro día hablaremos de lo que falta en los programas y acuerdos. Hay fondos por explorar que se han escapado de estos, y si, o si, hay que abordarlos, aunque sean políticamente incorrectos.
Tenemos cuatro años por delante, poco para algunos, mucho para otros.
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