Participa La Cabrera
Con la estructura de una agrupación de electores, presentamos una nueva candidatura en las próximas elecciones municipales. La agrupación de electores permite que participen en ella todos los vecinos interesados activamente en la elaboración de propuestas participativas y donde creemos que, por tanto, se recogen directamente su opinión y sus necesidades. La característica principal de ésta agrupación, es que no esta sujeta a ninguna directriz partidista.
La situación de la Cabrera
Las mayorías absolutas y el mismo partido político en el gobierno local desde hace 25 años es garantía de inmovilismo. Somos uno de los ayuntamientos de España que más dinero tiene inmovilizado en el banco, en la relación tesorería/nº de vecinos.
Tardamos hora y media para llegar a Madrid en transporte público.
Las posibilidades de desarrollo urbanístico, está condicionada por 7 SAUS. Una inversión de 600.000 euros en Fonsana sin proyecto a la vista. La ausencia de sectores primarios y empresas de transformación que generen puestos de trabajo.
Desde el punto de vista político sin cambios desde hace décadas, en lo económico seguimos estabilizados en la renta per cápita, perdemos población, en aspectos sociales dependemos de una Mancomunidad sin recursos, en cultura el Centro de Humanidades suple la iniciativa local…
¿Qué echáis en falta del pueblo?
La ubicación nos marca como un pueblo de paso obligado en una carretera nacional y dos comarcales que no aprovechamos, un convento del siglo XII visitado por 10.000 personas al año y que en su ruta no están los establecimientos comerciales del municipio, un Centro de Humanidades con una programación cultural y de ocio atractiva para la comarca, pero sin ningún tipo de conexión con el ayuntamiento. El pico de la Miel, imagen y silueta de La Cabrera, es un macizo escalable de 2º categoría sin aprovechar ni explotar.
Las 300 plazas hoteleras existentes, más 34 de próxima apertura y sin contabilizar las que ofrece el camping, no captan el potencial turístico anterior.
Falta liderazgo e iniciativa, análisis estadístico y voluntad pública para el aprovechamiento de estos recursos turísticos. El ayuntamiento, dentro del concepto «desarrollo turístico», cuenta con una partida presupuestaria de gasto de 10.000 euros, anuales.
El gran proyecto olvidado y arrinconado es la antigua fábrica de Fonsana, aquella gran operación financiera de la corporación, que consistió en comprar, mediante subasta pública, la fábrica, el parking actual, cinco pozos con sus respectivas fincas, la maquinaria de embotellado, la marca comercial y la concesión administrativa para su explotación. Tres años después sigue de parking para los vehículos del ayuntamiento y un montón de sal por si nieva el próximo invierno.
Nos falta esa casa de la juventud, que se apresuraron en derribar el edificio que existía en el solar destinado a la nueva instalación un par de meses antes de finalizar la legislatura anterior, para ponerlo en sus promesas electorales y cuatro años después aun esta por poner la primera piedra.
¿Qué proponéis en materia de empleo y urbanismo?
Dar una respuesta «política» y para quedar bien a esta pregunta, seria sencillo. Diríamos que instalar un polígono industrial, poner en marcha la fabrica de agua y actividades complementarias y en urbanismo, cambiar el plan urbanístico del 1996, dar una solución a los SAUS, y llenarlo de adosados con barbacoas y campo de golf.
Pero no podemos dar respuesta a este tipo de preguntas sin haber hecho un análisis y haber debatido con los vecinos, que somos y a donde queremos llegar.
No tenemos definido el modelo de pueblo ni su proyección a futuro, dependemos más de la oferta y la demanda, que de la existencia de objetivos.
Existen 378 empleos en las diferentes actividades comerciales y turísticas de los cuales, 58 son empleo público, el resto de trabajadores residentes en la localidad, unos 800, se desplazan diariamente a Madrid y sus alrededores, básicamente a la zona norte.
Una reducción del tiempo de desplazamiento por la construcción de la autovía o la operación Chamartín, nos situaría en los parámetros de una ciudad dormitorio.
Una inversión decidida en marketing turístico y actividades relacionadas con el sector, con oferta cultural y deportivo unido a la capacidad hotelera, nos llevaría a un modelo relacionado con el ocio.
El desarrollo de un polígono industrial nos posicionaría en una vertiente industrial.
Todas estas posibilidades de desarrollo local existen en La Cabrera, pero lo que no existe es un plan para concentrar los esfuerzos e inversiones en un modelo a largo plazo y cada uno de los diferentes modelos necesita de una configuración urbanística diferente y perfiles profesionales diferentes.
¿Cuáles son los retos de la Cabrera?
Cada nueva legislatura el peso económico del ayuntamiento se incrementa respecto al resto de sectores económicos. Con un presupuesto de 2,5 M € y unos gastos e inversiones reales de 3,4 M€, se ha convertido en la primera entidad o motor económico local, tanto por número de empleos como por gasto e inversión.
La concentración de poder político y económico en las mismas manos, unido a un equipo de gobierno con mayoría absoluta, inmovilista y anquilosado, una muy bien trabajada falta de participación y de interés vecinal en lo público, nos lleva al inmovilismo, a la resignación y cualquier cambio de ese modelo desde hace décadas, perjudica a los que tienen ese control en estos momentos.
Esta situación genera clientelismo, cierto miedo a la identificación con una opción diferente a la establecida y un desanimo en las iniciativas privadas y personales.
No puede haber retos colectivos sin capacidad de decisión ni participación, y esto solo se consigue dinamizando el municipio, poniendo las bases para otro modelo de convivencia, trabajando para visibilizar y explotar las potencialidades de La Cabrera y de sus habitantes.