Antonio Ruiz Heredia
(Continuación, la granja-escuela)
ACTIVIDADES:
1.- Contacto con el medio rural.
1-1.-Observación directa del medio, comparándolo con el urbano. Sacar conclusiones.
1-2.-Averiguar mediante encuestas, investigación bibliográfica, conversación con personas que allí viven, etc. el tipo de usos tradicionales de la zona.
1-3.-Colaborar en el cuidado y alimentación de los animales de granja. Observación y contacto con los mismos.
1-4.-Hacer averiguaciones sobre sus costumbres, enfermedades, dieta etc.
1-5.-investigar sobre los cultivos propios de la época, así como las recogidas, abonado, cuidados específicos del suelo etc colaborando activamente con las personas encargadas de dichos trabajos.
1-6.-Aprender el ciclo de crecimiento de las plantas de manera práctica, elaborando mantillo, recogiendo y seleccionando semillas, preparando semilleros; todo ello de acuerdo con la época del año en que se desarrolle la actividad.
1-7.-Particioar activamente en actividades de mantenimiento, tales como cuidado y reparación de cercas, vallas y alambradas; poda y recogida de leña, de abono, etc. Averiguando el porqué de cada cosa, de cada instalación, sus ventajas e inconvenientes; métodos de trabajo, época apropiada para cada uno de ellos, sugiriendo y aportando nuevas ideas y proyectos.
1-8.-Realizar comparaciones entre el trabajo físico desarrollado en la granja y el trabajo intelectual que se lleva a cabo en el colegio. Sacar conclusiones analizando ventajas e inconvenientes.
1-9.-Aprender sobre la transformación de productos primarios: confección de mermeladas, conservas en general, preparados, indagando en las cocinas y preguntando a agricultores vecinos.

2.-CENTROS DE INTERPRETACIÓN (o de acogida de visitantes)
Interpretar.- Concebir, ordenar o expresar de un modo personal la realidad.
Concebir.-Formar idea , hacer concepto de algo.
Entender.-Conocer, penetrar, tener idea clara de las cosas.
Conocer.-Averiguar por el ejercicio de las facultades intelectuales la naturaleza, cualidades y relaciones de las cosas.
Partimos de la base de que el término «interpretación» utilizado habitualmente para nombrar o describir un determinado tipo de equipamiento en el que, aquellos que lo visiten, podrán llegar a adquirir asimilar o conocer una serie de datos, circunstancias o peculiaridades propias de un entorno natural protegido o sin proteger, no parece ser el más adecuado, en efecto, teniendo en cuenta la existencia de diferentes términos alternativos citados por el diccionario de la Real Academia de la lengua (por el cual se rige el modo de expresarnos y entendernos en castellano) que tal vez pudieran resultar más apropiados en este caso.
Dejamos de cualquier manera el portal abierto para la disensión y la polémica sobre este tema, animando a todo el mundo a buscar y utilizar terminologías que puedan ajustarse lo más posible a la realidad que supone la observación del medio natural y/o el cread por el hombre, cosa que sin duda vamos a conseguir, ya que hemos demostrado ser capaces de aceptar de manera general conceptos como el de «equipamiento» sin ir más lejos.
Al fin y al cabo, aquellos que trabajamos con el idioma, como somos los maestros, profesores, escritores y periodistas tenemos a responsabilidad y la obligación de procurar estar al día y utilizar con la mayor corrección y exactitud todo aquello que compone nuestro modo de comunicarnos, tanto de manera hablada como escrita. En este espejo se miran y afinan sus propio conocimientos los demás ciudadanos, sobre todo los más jóvenes y no son de recibo ni el trastoque de términos, ni la tergiversación de conceptos o las faltas de ortografía. Si bien es cierto que todos somos humanos que en un momento determinado podemos cometer un error, la frecuencia, la reiteración y el empecinamiento repetitivo siempre por lo mismo, no sirve sino como demostración de que no nos encontramos a la altura del trabajo que pretendemos desarrollar y para el que ocupamos el puesto.