Desde el pasado 7 de septiembre y hasta el próximo 9 de octubre, la Oficina de Turismo de El Molar acoge la exposición temporal «Las Formas del Vino».

EL VINO Y EL MOLAR
LAS FORMAS DEL VINO, es la tercera exposición que promueve la Concejalía de Cultura de El Molar, dedicada a la multifuncionalidad del material cerámico y que en esta ocasión toca de lleno la historia de este municipio. El visitante que por primera vez recorre las calles del pueblo, queda rápidamente sorprendido; los cerros que cobijan El Molar y le dan nombre, aparecen perforados por cientos de bodegas, al viajante le puede resultar  extraña esta masiva presencia de lagares, pero esta escenografía forzada se torna en necesaria ante la vista del viajero cuando culmina alguno de los cerros y descubre la inmensa vega del Jarama; tierra fértil llena de vides. La necesidad de bodegas para elaborar el vino es evidente y los cerros que rodean El Molar poseen una geología eficiente, que evita filtraciones en sus cuevas, es el medio ideal, lugar idóneo para cobijar y madurar el fruto de la vid.
LA CÁPSULA DEL TIEMPO
El Molar posee un tesoro etnográfico por descubrir, una cápsula del tiempo que ha pasado inadvertida y que aun esta por estudiar; en las entrañas de sus cerros se esconden miles de tinajas, y en esas tinajas se condensa la historia de los grandes centros tinajeros madrileños, como Santorcaz o Colmenar de Oreja. En estas grandes vasijas, icono de nuestra cultura material, se reflejan momentos y necesidades del trabajo y la vida de nuestros antepasados, desde las pequeñas tinajas de los siglos XVI y XVII, hasta el gigantismo de finales del XIX, pasando por los estragos de la Filoxera, que asoló el viñedo español.
LA MUESTRA
En LAS FORMAS DEL VINO se muestran los útiles cerámicos creados por los alfares a lo largo de siglos, donde el visitante podrá apreciar «los momentos del vino» a través de 50 piezas, muchas de ellas inéditas, de los XVII al XX. Sorprende la enorme especialización y adaptación de la alfarería para cubrir todas las necesidades inherentesa esta actividad agrícola y comercial; desde los cántaros para sulfatar, las jarras vinateras, las medidas, los útiles del trasiego, o piezas tan exclusivas como los jarros de barba o de despachar elaborados en los alfares vallisoletanos o la media cuartilla salmantina de Cespedosa de Tormes.
En este nuevo proyecto, el área de cultura de El Molar, desarrolla una temática desconocida para la mayoría, pero que es parte fundamental y necesaria de nuestra cultura y además reivindica y valoriza la historia de este municipio, con el convencimiento de que una sociedad civilizada y responsable debe proyectar su futuro teniendo siempre en cuenta su pasado.