El 20 de junio se celebraron en el colegio público de Navalafuente, perteneciente al CRA de Cabanillas de la Sierra, las I JORNADAS INTERCULTURALES donde niños, familias y maestros disfrutamos de la diversidad cultural allí presente. Ese día, en especial, cumplimos la gran preocupación de Bob Marley: «Solo tengo una ambición: ver a la humanidad toda junta, negros, blancos, todo el mundo viviendo juntos».
El centro cuenta con alumnado y familias procedentes de Marruecos, Ucrania, Rusia, Colombia, Ecuador, Italia, China y España, entre otros países.
Los niños de los diferentes cursos, desde el primer nivel del segundo ciclo de Educación Infantil hasta 6º de Primaria se organizaron en 7 equipos de 10 niños aproximadamente, de tal forma que cada uno tenía alumnos de todas las edades, siendo los mayores responsables de los pequeñitos y los que les guiaban por el recorrido que debían hacer hasta completar los talleres establecidos en una primera fase.
Estos talleres fueron creados y supervisados por las familias. Uno de ellos consistía en el visionado de un vídeo realizado por una madre y su hija. En él se podía ver a la niña cantando en ucraniano con el traje regional de su país. En otro, una madre y sus dos hijos fabricaron en casa un escenario y los personajes de un cuento ruso que posteriormente contaron al resto de familias y niños. Y con el motivo de decorar el patio y hacerlo «más bonito», algunos padres y madres pintaron juegos tradicionales en el suelo como la rayuela y circuitos para jugar a las chapas. Así que se aprovecharon estos dibujos para enseñar los juegos a todo el alumnado del centro. Además, se preparó una exposición de trajes típicos aportados por las familias donde se pudo apreciar la diferencia cultural no solo entre los diferentes países sino también dentro de uno mismo como sucede en el caso de España o Marruecos, donde coexisten distintas lenguas o trajes. Además, durante toda esta primera parte, una hermana de varios alumnos trajo henna y de manera altruista fue pintando la mano de todo aquel que se le acercaba creando verdaderas obras de arte en la piel.
En un segundo momento se prepararon varios bailes y cánticos en los que participó nuevamente toda la comunidad escolar: padres, madres, abuelos, tíos, niños y maestros.
Por último, se terminó la jornada con la degustación de los platos típicos elaborados por las familias. Familias que se implicaron, dedicaron su tiempo y se esforzaron en preparar comida para más de 100 personas, las que ese día convivimos, y que generosamente fueron ofreciendo a grandes y pequeños. Desde bebidas como el té moruno qué, a pesar de la subida de la temperatura propia de estas fechas y ser una bebida que se sirve muy caliente, fue rápidamente consumida, hasta postres como torrijas o suspiros de azúcar (ecuatorianos) y platos principales como cuscús. Ésta es solo una pequeña muestra de toda la variedad gastronómica que se degustó.
La implicación, colaboración, ilusión, tiempo y dedicación reflejada en todos los que formamos la comunidad educativa del colegio de Navalafuente, quedó reflejada en este día tan especial. Se favorecieron momentos donde se fomentó el encuentro y el conocimiento del otro, así como el trabajo común. De esta manera, podemos comprobar que la escuela es un lugar privilegiado para desarrollar la socialización no sólo del niño, sino de todos los implicados con el mismo.
Y es que solo se aprenderá a valorar a los otros desde la experiencia y vivencia del respeto a los demás y esta es una de las principales funciones de la escuela. Desde la nuestra, nos sentimos orgullosos de cumplir la ambición de Bob Marley A DIARIO.
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