La Red ITINER de la Comunidad de Madrid cuenta con un programa de exposiciones muy bien elegido que recorre anualmente los pueblos de Madrid para dar a conocer al público interesantes muestras de fotografía y de pintura.
El año pasado tuvimos la oportunidad de ver en la Sala de Exposiciones de Villavieja del Lozoya la obra del artista catalán Ràfols Casamada; ahora nos brinda la oportunidad de contemplar la obra sobre papel de Benjamín Palencia.
Desde que llegó a Madrid en 1915 -para dedicarse vocacionalmente a la pintura- hasta su fallecimiento en 1980, Benjamín Palencia estuvo presente en todos los movimientos artísticos que surgieron en el siglo XX. Comenzó acercándose a los grandes maestros españoles realizando en el museo del Prado copias de Velázquez y de El Greco, artista éste que dejará huella en su trabajo, sobre todo en la verticalidad de las figuras.
Buscó su propio camino que no era otro que el de la modernidad, al margen del arte académico. En 1916 conoció al poeta Juan Ramón Jiménez que le introdujo en el círculo de artistas e intelectuales del momento, muy vinculados a la Institución Libre de Enseñanza. Realizó una obligada estancia de dos años en lo que era entonces la meca de todos los artistas: París, donde pudo conocer de primera mano a la vanguardia del arte, principalmente el cubismo, el fauvismo y el surrealismo, que también influenciaron en su obra. En 1932 tuvo la oportunidad de colaborar con García Lorca en el diseño de figurines para las representaciones de La Barraca.
Pese a ese recorrido, Benjamín Palencia será conocido por ser uno de los principales componentes del grupo de artistas conocido como «Escuela de Vallecas». Junto con el escultor Alberto Sánchez, elevaron el paisaje vallecano a la categoría de meditación sobre las realidades por las que entonces pasaba España. La Escuela de Vallecas tuvo dos fases: una antes de la guerra civil (desde 1927) y otra después de acabar la contienda, más breve y quizá menos fructífera (1939-1942).
En la exposición que llega a la sala de exposiciones «Casa de Teléfonos», podemos ver una muestra muy representativa de todas sus épocas y de todas las tendencias que Benjamín Palencia asimiló hasta hacerlas muy suyas y muy personales: paisaje rural, paisaje urbano, bodegones, figura humana, personajes de la farándula, dibujos surrealistas, dibujos abstractos….
Entre los paisajes podemos citar el carboncillo titulado «La Puerta del Sol», donde vemos una abigarrada muchedumbre que nos sigue resultando familiar o «Altea con el Peñón de Ifach al fondo», pueblo mediterráneo en el que el pintor pasó largas temporada. En cuanto a la figura humana, Benjamín Palencia puede tratarla con minucioso realismo como en las obras tituladas «Grupo de niños», «Grupo de niñas» y «Marineros»; con una resuelta abstracción como vemos en el «Retrato de Alberto Sánchez», o puede dejar volar toda su fantasía en una serie de personajes decididamente surrealistas. Destaca por su colorido, muy próximo al que usaron los pintores fauvistas, una cabeza de mujer, ricamente ataviada con collares y tocado, que nos recuerda el primitivismo del arte ibérico al que tampoco fue ajeno el artista.
Ayuntamiento de Villavieja del Lozoya
Sala de Exposiciones «Casa de Teléfonos»
Inauguración de la Exposición: día 16 de junio
Días de apertura: 16,17, 23,24
Horario de apertura: de 12 a 2 y de 6 a 8
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