En los tiempos que vivimos existen millones de contradicciones entre lo que se dice y lo que se hace. Un de las tantas tiene que ver con la producción de alimentos sostenibles. A nivel global se están reclamando nuevas prácticas de Producción, Consumo y Agricultura Sostenible (ONU, 2015), y a nivel local, o se descuidan las acciones por alguna causa, o nuestras instituciones van demasiado lentas. Por eso, las iniciativas ciudadanas, viéndolas venir, se anticipa a esa demanda y se inician proyectos agroecológicos desarrollados por personas valientes, como es el caso de la CSA (Agricultura Sostenida por la Comunidad) de Torremocha. Un proyecto comunitario de producción local de agricultura y ganadería que acerca a los consumidores a la problemática del campo y de la producción de alimentos. Y es que cuidar el Medio Ambiente comienza por trabajar en iniciativas locales que evitan desplazamientos, consumo de combustibles fósiles y generan empleo en los territorios. El mundo agrario es la opción más lógica en las zonas rurales, sin embargo, los ayuntamientos y las instituciones autonómicas parecen ajenos a ello o se lo toman con mucha, pero que mucha, calma.
La UNIPOSIBLE, en el Aula de Agroecología, se acercó a visitar la CSA Vega del Jarama. Nos recibió uno de los dos trabajadores del proyecto. Hacía frío, algo normal en el campo en un día de febrero. La visita a la finca de la CSA mereció la pena, porque, además de conocer el proyecto, nos dimos un paseo por el entorno con una preciosa mastina, que también forma parte del mismo. El proyecto surgió por iniciativa de los dos trabajadores, que, cansados de la vida y el trabajo en la ciudad, a veces, o casi siempre autómata, buscaban una opción más humana, la agricultura. Su propuesta de creación de una asociación la CSA para lograr dedicarse a la agricultura haciendo comprender a los consumidores, miembros de la asociación, las dificultades que existen para vivir de esta profesión y más cuando no provienes de una familia tradicionalmente agraria.
La idea del proyecto es combinar la producción de huevos y carne de pollo con la agricultura. Además, participan en una iniciativa promovida por ellos mismos en la que ahora participa la Mancomunidad de Gestión de Residuos de la Sierra, que fomenta el compostaje en el municipio de Torremocha del Jarama. Las gallinas son alimentadas con los restos orgánicos de la población de Torremocha en un 40-50% y por otro lado las gallinas abonan el terreno para la huerta. El sistema de movilidad de los gallineros estaba muy bien diseñado y permite abonar toda la superficie cultivable, aunque de momento están en fase de experimentación analizando si el abono de las gallinas es suficiente o no para poder cultivar en esos suelos después.
Definitivamente este es el camino, pero habrá que esperar un poquito a que los ayuntamientos despierten de su hibernación y se den cuenta de ello.
Más información: http://csavegadejarama.org/

Aula Agroecología de la UNIPOSIBLE
http://uniposible.es/la-up-sierranorte/