La fuente de la longevidad está en Bustarviejo. El 27 de enero de 1918 nacía en Bustarviejo Alfonsa Plaza Vinatea. Si quieren situarse, en Europa, todavía está la Primera Guerra Mundial, en España, reinaba Alfonso XIII, Lorca no era conocido, Picasso no había pintado el Guernica…. El pasado 27 de enero, en la residencia de ancianos de Bustarviejo, rodeada de sus compañeros de residencia, de sus hijas, de sus nietos y bisnietos, de su hermana (98 años), yernos, sobrinos…. Celebró su cumpleaños, con gran emoción. Alfonsa se une al club de los 100 de esta residencia junto a Ana Hijano y Bernarda Cabezas, que van a por los 105 y 102, respectivamente.
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Ella estaba emocionada, al igual que sus hijas y nietas, entre tanto abuelo, los más pequeños, los bisnietos correteaban, jugaban sacando sonrisas.
La concejala del Ayuntamiento de Bustarviejo, Blanca Suñen le entregó una Placa de parte del consistorio y del pueblo; la Asociación de Amigos de la Tercera Edad El Concejo también le entrego unos regalos en nombre de todos los residentes del centro.
Y hablábamos de una mujer, como muchas en este país, que demostraron ser madres corajes, valientes, que superaron un ambiente social no favorable a las mujeres solas. Si, Alfonsa se casó, tuvo tres hijas pequeñas, pero cuando estas tenían 7, 5 y 3 años, su marido se fue a por tabaco y, no volvió.
La posguerra, tiempos difíciles para todos, pero más para una mujer abandonada, con tres hijas pequeñas. No se arredro. Se levantó, se puso a trabajar (compaginó dos trabajos), aunque lo más difícil fue tener que dejar sus hijas en un internado. Ellas todavía recuerdan como se aferraban a la verja pidiendo que no se fuera, cuando iba a verlas los domingos.
Sus nietas, sus hijas, cuando hablan de ella, se les nota orgullosas de la personalidad de esta mujer, en unos tiempos en que, las mujeres no podían comprarse una casa, tener una cartilla en el banco sin permiso de su marido…. Ella trabajo duro, y cuando pudo comprarse una casa, tuvo que ponerla nombre de sus yernos.
Su máximo dolor no fue la marcha de su marido, sino la muerte de una de sus hijas con 39 años. Eso le partió el alma.
Los años la trajeron 4 nietos, que han sido el pilar de su vida, que son uña y carne con su abuela. Es la matriarca. Y ahora tiene cinco bisnietos y uno en camino
Cuando sus hijas se casaron y tuvieron hijos les ayudo a cuidarlas. Au que cuando se hizo más mayor, empezó a ir de casa en casa de sus hijas. Ella no quería ir de casa en casa, aunque estaba bien. Les dijo a sus hijas que quería irse a su pueblo, a Bustarviejo, a la residencia, con sus amigos.
Y en el día a día, va a gimnasia por las mañanas, hace ganchillo (Sus nietas dicen con orgullo «Todos tenemos una colcha de ganchillo que nos haga hecho la abuela»), lee mucho, ahora está con un libro de Almudena Grandes, ve los toros en la televisión, lee el periódico.
Felicidades Alfonsa, mujeres como tú hacen mejor esta vida.