Una idea de la Asociación Bustarviejo en Marcha e Indeleble Comunidad Artística, a la que se fueron sumando profesores del colegio, alumnos, vecinos se ha plasmado en una de las ideas más originales e interesantes de los últimos años en la Sierra Norte. Jugar a los cromos, completar colecciones, buscar los que siempre faltaban, ir a cambiar al rastro los «repes» forma parte del recuerdo de muchos de los que tenemos unos años. Y esto han hecho en Bustarviejo, aunque en vez de futbolistas, pokemos o monstruos y hadas varios; son los vecinos (de todas las edades y profesiones) y, los lugares emblemáticos de Bustarviejo los protagonistas.
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El 20 de enero, la biblioteca municipal, se llenó para la presentación por parte de Enrique Martín y Mariano Rabadan del Album de Cromos de Bustarviejo. La idea surgió de una experiencia que vio Mariano Rabadan en Argentina hace unos años. En 2017, este recuerdo se convirtió en un proyecto, en el que empezaron a implicarse más actores, incluido el cura del pueblo.
Esto se ha convertido una colección de cromos cuyos protagonistas son el propio vecindario, una propuesta que nace con el deseo de conocerse mejor entre las personas que habitan este pequeño.
La idea era hacer algo para los más jóvenes y, que gustara a los más mayores. Una idea que pretende servir, de una forma original y lúdica, para conocerse mejor entre la gente del pueblo: ponerle cara (en este caso cromo) al tejido social que componen sus asociaciones, los diferentes gremios y oficios, sus empresas locales y los lugares más emblemáticos de la serrana localidad.
Una colección exclusiva de carácter inclusivo que junta en formato coleccionable a las personas, lugares y servicios que el pueblo ofrece. Así, tienen cromo disc-jokeys y cabreros, tienen cromo profesoras y artistas, tiene cromo la vieja mina, tiene cromo la carnicería… Llegando a completar el centenar de estampas. Una colección oficial cuyo álbum y sobres de cromos se pueden comprar en la papelería, el quiosco y las tiendas del pueblo.
Una parte de los beneficios del álbum serán destinados al viaje de fin de estudios del alumnado de 6º del CEIP Montelindo, que han ayudado con el diseño de los cromos, y que están adentrándose en el maravilloso mundo de este juego tradicional. Aparte de cambiar cromos con el resto de vecinos y vecinas para completar la colección, en Bustarviejo se vuelve a jugar a La banca, Fuerza y ataque, La pared, Piedra papel o tijera, Chapacromos, El sube escaleras, El alejar o Los rompes.
Haciendo la colección no solo se contribuye de una manera única y pedagógica al desarrollo social y cultural del pueblo, sino que además los beneficios (aparte de ayudar al viaje de fin de curso) se destinarán a actividades culturales y recreativas dirigidas al público familiar.