Desde PEÑALABRA
José de Villamisar
A finales del siglo XV y principios del XVI, aparece en España un personaje labrado por el progresivo empobrecimiento de la población, eran jóvenes que vivían fuera del entorno familiar, lo que hoy llamaríamos «familia disfuncional», estaban situados al margen del sistema, robando y evitando con astucia caer en manos de la justicia.
El crecimiento demográfico expulsaba del campo a los jóvenes, que se marchaban a ciudades florecientes en busca de un futuro mejor. Muchas veces esos jóvenes caían en la indigencia y recurrían a todo tipo de artimañas para subsistir.
Se diferenciaban de los otros pobres en que era un personaje desarraigado, al margen de todo, sin patria, sin amores que lo vinculasen con algo, quería vivir sin importarle demasiado los medios a utilizar para conseguirlo.
La autoridad establecida tenía al «Pícaro» en el punto de mira, sin embargo éste no le daba demasiados problemas no tenia espíritu de anarquía o de protesta.
Este personaje dio cuerpo a un género literario de gran éxito en la época y que todavía perdura entre nosotros. ¿Quien no se ha leído. el Lazarillo de Tormes, la Vida del Buscón, la Pícara Justina, las Aventuras del Bachiller Trapaza…..?.
En todas las ciudades había «Pícaros», pero, era Madrid y Sevilla las grandes ciudades de atracción de la picaresca española, la primera por ser sede de la Corte y Sevilla por ser el corazón el tráfico comercial de América, convirtiéndola por ello en el escenario ideal para situar el inicio de las peripecias y andanzas de cualquier género de «Pícaro».
Con los tiempos el «Pícaro» va evolucionando y hace fortuna en medio del exceso de confianza, y utiliza la mentira, el engaño, la burla, lo irónico, la farsa, la pillería, como herramientas de su oficio.
Desde aquel Lázaro que le comía las uvas de dos en dos a su ciego amo hasta nuestro tiempo, el «Pícaro» evoluciona de tal manera que ya quisiera el autor del Lazarillo encontrar personajes de la talla de los Pujol, los González, los Blesa, los Rato, los Gil, los….
En España fue y es pródiga en Pícaros, aparecen en cualquier ciudad o pueblo, uno de los últimos en salir a la palestra es Ángel María Villar, Presidente de la Real Federación Española de Fútbol desde el año 1988 hasta nuestros días.
Este individuo o «Pícaro», fue detenido en compañía de su hijo y de otros miembros de la Federación por orden del Juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedráz, a los que se les acusa por presunta administración desleal, falsedad documental, corrupción entre particulares, apropiación indebida, y alzamiento de bienes. Después de declarar ante el Juez es enviado a prisión incondicional sin fianza, aunque pocos días después sale en libertad con fianza y otras medidas cautelares.
Hace unos días convocó una rueda de prensa y entre otras x tiene la desfachatez de desafiar al Gobierno de España de que la FIFA dejará fuera del Mundial de Rusia a la selección española.
La diferencia entre el «Pícaro»del siglo XVI y el actual consiste en que aquel, violaba la Ley por la miseria de su vida, por hambre, por la necesidad diaria de supervivencia, el «Pícaro» actual no lo hace por hambre, todo lo contrario, pertenece a familias acomodadas, bien vestido, coches de lujo, bien posicionados socialmente, buen conocedor de la Ley y de los artilugios para burlarla, lo hace por el placer de acumular y acumular riqueza, nunca se sacian,
Feliz año a todos, menos a los «Pícaros» de nuestra era.