Por Rafael de Frutos
El día 16 de diciembre se celebró en Montejo la 46 edición de la Comida de Hermandad de Navidad. Era el año 1971, en la fiesta de Todos los Santos, cuando don Iluminado, cura del pueblo, de acuerdo con algunos vecinos, pensaron que sería interesante hacer una comida por Navidad, que reuniera a todas las personas mayores de 65 años del pueblo y Montejo tuviera un día de alegría, de convivencia, de asueto y fiesta. Y a fe que lo consiguieron.
Montejo se ha vestido de gala para celebrar la susodicha comida y sus mujeres y hombres de más edad se han puesto guapos y han acudido a la invitación del Ayuntamiento, de la Juventud, de las Asociaciones y de la Residencia Nazaret. La comida se ha celebrado en el colegio público, donde el señor alcalde, en la puerta del mismo, ha recibido y saludado a todos los mayores, en esta ocasión más de cien, y les ha dado las gracias por venir. Ya en el salón, acompañado de las autoridades, ha dirigido unas palabras al pueblo, que han agradecido los vecinos con un fuerte aplauso.
La comida la prepara, ayudado por jóvenes, el señor Zamora, vecino del pueblo, y después es servida por chicas y chicos jóvenes, que tienen allí a sus abuelos, y lo hacen de maravilla y con alegría. Puedo decir con toda certeza que lo de menos es el menú. Poco importan los gambones, los volovanes, el arroz con bogavante o los ibéricos. Toman todos el salmón en salsa y rematan con su flan de café, su helado, sus dulces de navidad y su copita de cava (aquel que puede). Durante la comida, en unas grandes pantallas, vemos fotografías antiguas del pueblo y sus gentes. En la sobremesa un espectáculo musical de la Sierra Norte ha deleitado a la concurrencia con canciones pastoriles e instrumentos artesanos de otros tiempos, para terminar con unas jotas serranas que han arrancado de los asientos a algunos que no han podido aguantar y allí nos han demostrado «que quien tuvo, retuvo».
Esta comida tiene muchas ventajas que debemos de tener en cuenta, y no nos referimos al aspecto culinario, que también, sino a que es un día de fiesta, de reunión de familias, de hermandad, de saludos, de buenos deseos, de recuerdos, de añoranzas, de alegría, de paz y de convivencia.
Toda una fiesta.
Yo desde estas líneas quiero felicitar la Navidad y desear un Feliz 2018 y dar las gracias a los que hacen posible que esta comida se realice todos los años, a las autoridades, a las instituciones, a la juventud, a los vecinos, en definitiva, a todos, e invito a los jóvenes que son el futuro de nuestro pueblo para que no dejen de celebrar una fiesta tan entrañable como es la COMIDA DE NAVIDAD EN MONTEJO.
Rafael de Frutos Brun
Montejo de la Sierra.
Navidad 2017