José de Villamisar
Desde PEÑALABRA
Hay partidos políticos que quieren suprimir la misa que emite la segunda cadena de televisión española todos los domingos. Estos partidos tienden a imponer su ideología, se olvidan, con frecuencia que vivimos en una sociedad plural, donde lo «público» debe ser reflejo de dicha pluralidad y no se puede excluir a una parte de la ciudadanía porque no coincide con mi ideología o modo de pensar.
Dicen que España es un país «laico», no se acuerdan, o no quieren acordarse, que el término «laico» es cristiano. Desde la antigüedad la iglesia católica diferenciaba a los «laicos» que son los fieles que forman la clase baja de la iglesia, de los «clérigos» que son los que han recibido órdenes sagradas que otorgan las iglesias cristianas y al mismo tiempo ejercen la dirección de la iglesia
También en la antigüedad, los monasterios estaban llenos de «laicos o legos» que eran los que se ocupaban de las labores de conservación y asistían a los «clérigos» en el culto religioso.
Nuestra Constitución declara a España un Estado a-confesional, no «laico», y esto no quiere decir que los ciudadanos españoles no podamos ser masivamente religiosos, católicos, musulmanes, budistas, testigos de jehová, etc., etc.. Por ello el Estado está obligado a considerar un servicio público, y que sus ciudadanos tengan facilidades para la práctica libre y pública de su religión y que esto no sea discriminatorio.
En España se gasta mi dinero y el suyo, y es lógico que así sea, en proteger los desfiles de carnaval, los botellones, las manifestaciones anti-Otan, las fiestas independentistas, la procesión del orgullo Gay, a los aficionados del Madríd alrededor del Bernabeu, etc., y todavía no vi a nadie denunciarlo en el Parlamento ni en ningún otro lugar.
Pero en ésta España tan «laica» y moderna, acomplejada e inculta, el único enemigo es batir a la iglesia católica y acaban de proponer que la Misa sea eliminada de televisión española y que ese espacio sea ocupado por la tomatina de Buñuel o las borracheras de los san fermines.
La retransmisión de la misa en televisión española del último domingo alcanzó una audiencia de 1,217,000 espectadores, con una cuota de pantalla de más del 21% fue el programa más visto de la jornada. ¿Se puede ignorar esto?.
Pablo Iglesias dice que, la jerarquía católica en España critica a las mujeres por defender sus derechos, critican a las personas que deciden casarse con un compañero del mismo sexo, decir que los jóvenes no tienen que usar preservativos, ect. En esto, Sr. Iglesias, podemos estar de acuerdo, pero, ¿qué tiene que hacer un joven ante el dilema del condón?, ¿hacerle caso al Obispo y no ponerlo?, o, ¿hacerle caso a Vd- y ponérselo?. ¿Quien tiene más legitimidad?, ¿El Obispo? , ¿Vd?, yo le recomiendo a Vd. y al Obispo que dejen al joven que lo ponga o lo quite cuando quiera.
Podemos lanza su dardo contra la emisión de la misa, y sin embargo no dice nada, ni propone nada, sobre una pormenorizada reforma que tanta falta hace en la televisión pública, para que cumpla con su auténtico papel. A todos, PP, PSOE, Ciudadanos, Podemos, IU, las Mareas …., les importa un bledo los fines culturales y de servicio público que debe cumplir la televisión pública. Su consejo de administración está compuesto por personas nombradas por esos mismos políticos, que como sabemos solo les importa la «mamandurria».
Yo, no puedo aceptar, que un Estado democrático se desentienda del acto más importante y numeroso que existe en España, porque soy demócrata y nada sectario.
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