Luis Fco. Durán Carretero
Cuando se inventó el teléfono, el verdadero inventor fue Antonio Meucci, su intención era de acortar la distancia entre las personas pero…
Antonio Meucci nació en Florencia en el año 1808 y tras realizar sus estudios, emigró a Cuba en la década de 1830 con el fin de trabajar con enfermos reumáticos.
Con el propósito de reducir el dolor de sus enfermos, Meucci aplicaba sobre los mismos pequeñas descargas de electricidad, siendo así el medio por el cual descubrió la transmisión de sonidos mediante impulsos eléctricos.
Fascinado con su descubrimiento, Antonio Meucci viajó a los Estados Unidos con el fin de materializar esta idea, creando un aparato transmisor de sonido, lo que hoy conocemos como teléfono. En 1871, tras haber realizado numerosas pruebas y perfeccionamiento de su invento, bautizó a este aparato teletrófono. Acto seguido, solicitó el patentamiento del mismo, pero por falta de dinero, no pudo lograr los derechos legales.
Entonces buscó apoyo en empresas como Western Union, pero estas no lo escucharon…ahí es donde apareció Alexandre Graham Bell, poniendo el dinero para la patente, con lo que se llenó los bolsillos que a fin de cuentas es lo que importa, pero de gloria se quedó a Bell-as venir, que le importó una…por cierto. Fue así como en 1876 Bell patenta el teléfono. Meucci se dirigió inmediatamente a los tribunales para reclamar sus derechos, pero como era de suponerse, tampoco tuvo éxito. Pocos años después, en 1889 Antonio Meucci muere en una completa miseria y bajo la sombra del anonimato.
Bueno a lo que iba, ya os he aportado un poco de historia y ahora pasamos a lo que importa.
Cuando se puso en marcha este archiperre, todo el mundo lo acogió con alegría, pues era una forma de acercarnos y comunicarnos en la distancia. Con el tiempo fue evolucionando y sigue hasta el infinito. El problema del mencionado archiperre es que, con el tiempo en vez de acercar a los usuarios de él, está consiguiendo todo lo contrario, alejar a la gente, además de que su uso no está siendo con los mejores fines, me explico.
Algo que parecía inaudito con este archiperre, está siendo factible, posible y además cierto. Toda la vida nos hemos juntado en grupos de amigos para tomar algo charlar sobre nuestras cosas diarias, nuestros problemas y también nuestros buenos momentos. Siempre ha sido y, debería seguir siéndolo, un momento de alegría, en el que la amistad va creciendo a través del enriquecimiento del contacto y el conocimiento de cada uno, gracias a la comunicación directa. Ahora y, gracias a estos archiperres y su mal uso, esto es prácticamente imposible, pues los grupos, yo por mi trabajo estoy harto de constatarlo, se juntan para, cada uno con su móvil estar «chateando» con otra gente que no está en el grupo…que pena. Es tremendo comprobar que no hablan entre ellos. Otra palabra que no tiene sentido chatear, chatear es lo que hacíamos nosotros cuando nos juntábamos alrededor de unos chatos de vino, no lo que hace la gente ahora.
Otro mal uso de este archiperre es que se utilice para humillar a la gente. El Bullying grabado, que hartura de anglicismos, todo para definir a unos mamíferos bípedos cobardes…que además se ahorran el regalo del día del padre por desconocimiento paterno filial. Esto es la demostración, de que el supuesto ser humano no ha dejado de ser una bestia para sus congéneres. Con el agravante de que no solo humillan, sino que además lo graban y lo suben a las redes sociales para que la humillación se multiplique. A este archiperre hay que agradecerle que sea capaz de grabar y por ende poder dar su merecido a estos indeseables mamíferos…algo bueno tenía que aportar.
Es incomprensible que haya niños con teléfono y no jugando a las chapas o al gua, o a hacerse un teléfono con dos botes y una cuerda. Pero los padres son así de cómodos y para que les dejen tranquilos les dan un teléfono o algún archiperre de esos como la play o similares para qué…para que «jueguen» solos y no den ruido. Claro estos juegos están preparados para «combatir enemigos» y los críos desarrollan unas ganas de repartir mamporros que pa que…luego pasa lo que pasa. Pegan hasta a sus padres, constatado también…este trabajo mío es lo que tiene.
Ay si Antonio Meucci levantara la cabeza y viera en lo que se ha convertido su invento…
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