Adolfo Hernán González – Exalcalde de La Acebeda
Había un pastor que cada día subía con sus ovejas al monte, uno de los días descubrió que dentro de una madriguera se encontraban tres lobeznos de pocos días de vida. Pensó que posiblemente habían sido abandonados por su madre, ya que a lo largo de los días no detectó presencia alguna de lobos adultos. Decidió alimentarles con la leche de sus ovejas por temor a que fallecieran de inanición y de frío. Efectivamente uno de los lobeznos estaba muerto pero los otros dos salieron adelante gracias a los cuidados del pastor. Pensó el pastor que lo mejor sería llevarlos a la granja del pueblo donde estarían bien alimentados y calentitos, así lo hizo y los lobeznos fueron creciendo sanos y en buena armonía junto a los otros animales de la granja. Cuando habían cumplido casi dos años desde el ingreso en la granja, sucedió algo terrible para el pastor. Estando durmiendo una noche, le despertó unos fuertes ruidos y sonidos que provenían del cobertizo de los animales. Rápidamente el pastor y su mujer fueron hacia el cobertizo, al abrir la puerta se encontraron con un espectáculo dantesco… los lobos estaban matando a los otros animales de la granja. Fue desolador para el pastor, no podía entender lo que había pasado, después de los cuidados y cariño empleados con los lobos acogidos. Alguien le dijo al pastor «los lobos acaban de desarrollar, al llegar a adultos, su código genético, ósea el instinto de matar, se convierten en alimañas.»
En la Comunidad de Madrid se está creando alarma social entre el mundo ganadero y la sociedad rural general por la aparición de lobos asesinos que matan a destajo entre los rebaños de ganado, con el solo interés de desarrollar su instinto «cuantos más muertos mejor».
Yo expongo aquí varias preguntas a la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid:
¿Cuál es el interés que subyace en mantener y proteger al lobo?
¿El económico, el político, el ecológico o el tontuno?
¿Son los montes del Guadarrama una reserva, como las de Africa, para que los lobos subsistan a costa del ganado domestico?
¿Están los ganaderos suficientemente protegidos por la comunidad de Madrid?
¿Por qué no se indemniza al ganadero el valor real de la res muerta y de forma inmediata?
¿Se reúne el Consejero de Medio Ambiente con los ganaderos para buscar una solución al problema?
¿Si hay esa protección desmedida al lobo por parte de la Consejería del Medio Ambiente, porque no existe la misma protección al ganado doméstico y al ganadero? ¿existe agravio comparativo?
¿Dónde está el límite de lobos sueltos en: 40, 100, 200 ejemplares?
¿Qué pasará cuando los lobos ataquen a niños que juegan en los parques de los pueblos. También la Consejería les indemnizará según el valor del mercado o menos? Ya hay antecedentes en otros países
¿Por qué la Comunidad no monta una reserva natural para lobos y les alimenta adecuadamente, en vez de perjudicar al prójimo?
¿Actúa la comunidad con dejación de funciones al no proteger a un sector importante de la sociedad como la ganadería?
Recomiendo a los ganaderos que se acojan al amparo del artículo 106/2 de la Constitución frente a la Comunidad. El artículo 130/1/2 de la Constitución ampara el desarrollo económico de la ganadería en las zonas de montaña, evidentemente la Comunidad no lo cumple, actúa mirando hacia otro lado en este caso. El artículo 140, garantiza la autonomía de los Municipios con personalidad jurídica plena. Los ataques de lobos se están produciendo dentro de los términos municipales y fincas privadas, ¿dónde están los Alcaldes de la Sierra Norte que defiendan los intereses de sus ganaderos frente a la Administración Regional? ¿Por qué permanecen en silencio como si el tema no fuera con ellos? Con esta actitud, no solo desaparecerá la cabaña ganadera, que ya está sucediendo, si no que el tejido humano en los pueblos lleva el mismo camino. Así pasa con todo en la Sierra Norte de Madrid; no tenemos tren de cercanías, ni Centro de especialidades médicas, ni transporte adecuado, ni empresas que crean trabajo, ni nada de nada. No veo a los alcaldes todos los días junto a sus vecinos, manifestándose frente a las Consejerías o Ministerios. Estos, los alcaldes, permanecen en actitud pasiva esperando que la subvención de turno solicitada les llegue cuanto antes, ya que han cumplido fielmente con el protocolo establecido… hacerle la «ola» al dirigente correspondiente de la Comunidad. ¿Deberían todos los alcaldes hacer un frente común, cuando los graves problemas de la Sierra como el que nos ocupa de los lobos, tengan dimensiones desproporcionadas?
Yo creo que sí, mejor nos iría en la Sierra pobre.
¡¡Ah se me olvidaba!! Recomiendo a los ganaderos acudir también al Defensor del Pueblo, a ver si suena la flauta por casualidad.
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