No es la primera vez que ocurre. Con demasiada frecuencia se vienen produciendo reiteradas averías en el sistema de rampas de ascenso o descenso de sillas de ruedas para discapacitados en los viejos autobuses nº 725 de la línea (Madrid-Miraflores-Bustarviejo), propiedad de la empresa concesionaria Interbus, encargada de la prestación de este servicio público por el Consorcio de Transportes de la Comunidad de Madrid.
Son varios los usuarios con esta problemática, residentes en Soto del Real, en Miraflores y en Bustarviejo quienes han sufrido las consecuencias de estas averías y las quejas se acumulan en el Consorcio sin que se haya aportado la menor solución. Los demás viajeros son igualmente víctimas de las incidencias, pues se ven obligados a bajar del autobús y esperar al siguiente, con el consiguiente retraso en su trayecto al trabajo, al médico o a otras gestiones.
El 27 de junio ha sido la gota que colma el vaso. El vecino de Bustarviejo L.S.V., que debido a su paraplejia se desplaza en silla de ruedas eléctrica, quiso tomar el 725 a las 13.15 horas en la parada del hospital de La Paz después de una visita médica. Pero debido a una avería de la rampa, que no bajaba al nivel de la acera, tuvo que renunciar y esperar el autobús siguiente de las 13.45 horas.
El problema se repitió al llegar a Bustarviejo, donde la rampa se negó de nuevo a bajar. Todos los viajeros bajaron del autobús y se fueron a sus casas. Pero L.S.V. se quedó enclaustrado desde las 15 a las 17.30 horas en el autobús, ante la incapacidad para reparar la avería por parte del mecánico enviado por la empresa más de una hora después, tras los intentos infructuosos del conductor, que en todo momento procuró atender al viajero.
Finalmente, dos sobrinos del viajero que regresaban de su trabajo, acudieron con dos tablones de obra y con la ayuda de otros familiares pudieron liberar al enclaustrado. Son éstas las imágenes grabadas que se recogen en el vídeo.
Es el caso más extremo, pero vecinos de Miraflores, de Soto del Real también han sufrido este problema, no pudiendo acceder al autobús porque no funcionaba la rampa.
Otro caso dramático y lamentable se produjo en Soto, cuando un hombre, bloqueo al autobús para que no siguiera el viaje. Otros viajeros, en vez de apoyarle, le increparon.