Ha recorrido varios Centros de Salud de nuestros pueblos y actualmente trabaja en el Servicio de Atención Rural de Buitrago.
Licenciada en Medicina y Cirugía, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Tiene un postgrado en Medicina Homeopática y es también experta en Violencia de género, coordinadora de la Estrategia de Formación de la Comunidad de Madrid, diplomada en Promoción de la Salud, experta en Sensibilidad Química Múltiple…
En su caso, las letras del currículo son en parte las letras de su propia vida. Porque se involucra y cree en su trabajo al que dedica esfuerzo e ilusión. Y porque hace suyo el viejo lema de las feministas, dando importancia social y política a todo lo que se hace desde lo personal.

Cuéntanos como es la medicina rural….

Para una mujer que venía de la ciudad como yo, fue un gran impacto…
La medicina rural precisa del desarrollo máximo de tus capacidades, sin posibilidad de algunas pruebas diagnosticas, ni especialistas, ni hospitales cercanos.
Si para un médico es importante hacer una buena historia, escuchar y hacer un buen diagnostico, en la zona rural es imprescindible. Además aquí el contacto es muy cercano, más aún viviendo en la sierra. Eso te permite poder trabajar con el sufrimiento y los malestares sicosociales desde un punto vista más comunitario.

¿Es importante la confianza entre tú y tus pacientes?

Cuando siento esa confianza, me permite un abordaje más multidisciplinar, desarrollar todas mis capacidades para abordar el sufrimiento de la persona enferma. La más importante es la capacidad de escucha activa y el respeto de las decisiones que toman las pacientes. Estudiar mucho y compartir dudas con mis compañeros y ser muy crítica con la literatura científica que leo.

¿Definimos correctamente los conceptos de salud y enfermedad?

Partimos de que la salud no es una ausencia de síntomas, sino un estado que nos permite ser felices y desarrollarnos como personas, en función de nuestra edad, sexo-género y contexto social. Hay un continuo entre salud y enfermedad y la percepción de enfermedad es subjetiva en muchos casos. Para una buena salud necesitamos un buen ambiente social, que cubra las necesidades básicas de las personas y donde las personas cuenten, donde haya solidaridad, apoyo mutuo…
Un buen medioambiente, no contaminado por pesticidas o productos químicos muy tóxicos, buenos hábitos de vida y un sistema sanitario público son fundamentales para la salud. En mi experiencia, produce más efecto beneficioso para un paciente a punto del desahucio contactar con una plataforma de afectados que tomar ansiolíticos.

Utilizas diferentes terapéuticas. ¿Por qué?

Utilizo todas la terapéuticas que conozco, que sé que son seguras y que funcionan con las pacientes. Porque es mi obligación como médica, lo asumimos con el Juramento Hipocrático y yo lo siento así.
Estudié Homeopatía teniendo muchos prejuicios, precisamente porque un niño de La Sierra curó un asma muy grave. Tuve la suerte de que la médica que le atendió me permitió, durante meses, ir a su consulta para observar lo que hacía. Ella misma me aconsejó estudiar más e hice el postgrado en Barcelona. Ahora combino, en función de las características del paciente y si me lo solicita, ambas terapéuticas y obtengo mejores resultados.

La Homeopatía está siendo muy atacada en los últimos meses, especialmente en los medios de comunicación no especializados ¿Por qué?

Yo creo que la gente que critica la Homeopatía no la conoce y no ha leído estudios referentes a ella. Además, muchos de los escépticos proceden de ámbitos diferentes a la medicina y solo se basan en decir que como no hay compuestos medibles en las diluciones, no puede funcionar.
El Premio Novel de medicina Luc Montagnier, (descubridor del VIH) nos presentará en el Congreso Nacional de Asturias los últimos hallazgos de su laboratorio que concluyen que las diluciones homeopáticas contienen nanopartículas que son las mediadoras del efecto biológico.
Yo creo que los ataques continuados en determinados medios de comunicación reflejan por un lado el miedo ante el avance creciente de terapias no convencionales; cada vez más gente se trata y tiene experiencias positivas. Por otro lado no debemos olvidar los intereses económicos de la industria, porque dejas de consumir muchos otros medicamentos, que son más caros y con más efectos secundarios.
Además varios países europeos tienen la Homeopatía incluida en sus sistemas públicos de salud. El paradigma científico dominante está decidiendo de manera unilateral, con la organización de una quema de brujas, qué es científico y qué no. El conocimiento empírico también es conocimiento y también es científico. En cualquier caso, La Ciencia es algo demasiado grande y dinámico para que nadie lo patrimonialice como si fuera una religión.
Quizás todavía no sepamos del todo como funciona la Homeopatía. Y sin embargo funciona.

Hablas también del medio social y del ambiente….

Claro, es muy importante para la salud cómo es el aire que respiramos, la comida que comemos, el agua, los contaminantes… Hace años tuve la suerte de conocer a Carme Valls, endocrinóloga en Barcelona, que trató una exposición masiva a pesticidas y que ha hecho el seguimiento durante 20 años de estas pacientes. Me formé con ella en las consecuencias sobre la salud de los múltiples químicos ambientales a los que estamos expuestos de manera repetida. El caso del uso del glifosato, cuyo uso ha prohibido recientemente la alcaldesa de Barcelona Ada Colau es una muestra del daño que hacen estos productos en nuestra salud.
Con la Sensibilidad Química Múltiple me pasa lo mismo que con la homeopatía. Muchos profesionales sanitarios, que no escuchan, que no estudian y con un paradigma científico muy rígido niegan su existencia, como ocurrió con la esclerosis múltiple hace años. A esta personas se les acusaba de farsantes, de manipuladoras, etc.
Por ello reivindico que lo más saludable es vivir en un entorno social seguro, que nos permita desarrollarnos, ser independientes económicamente, que no nos intoxiquen (¡vivan la agricultura y ganadería ecológicas!) y que atienda a la comunidad con cariño, sensatez, medios y escucha.
Por otro lado un medioambiente saludable también será aquel que sea feminista. Aquella sociedad que luche desde todas partes por la igualdad y reconocimiento de mujeres y hombres. No podremos llegar a una sociedad libre y justa, una sociedad saludable, si no lo hacemos también desde el feminismo.