«La Policía tiene que ser un reflejo de la sociedad para la que trabaja», según el portavoz de la Plataforma por la Gestión Policial de la Diversidad
Las medidas que la Policía pone en marcha para atender a una sociedad diversa, los beneficios que supone implantar planes de gestión de la diversidad en una organización, y la discriminación y las agresiones que experimenta el colectivo homosexual son los temas que centraron una jornada que tuvo una excelente acogida.
Establecer un modelo de gestión de la diversidad genera ventajas competitivas a la entidad, ya sea pública o privada, además de enriquecer la cultura organizacional, sin olvidar los beneficios que aporta en lo personal y en la sociedad en su conjunto. Esta es una de las conclusiones que se obtuvieron de la Jornada sobre la gestión de la diversidad social en el ámbito local, que tuvo lugar el pasado día 18 de febrero en el Auditorio del Centro Cultural de Pedrezuela. {phocagallery view=category|categoryid=600|limitstart=0|limitcount=0}
El alcalde del municipio, Rafael Turnes, señaló en su intervención inaugural que hay trabajo por hacer en las entidades locales para integrar a las diferentes pluralidades de la sociedad y para lograr una convivencia plena. Comparó la sociedad con una sinfonía en la que las notas que componen la partitura tienen que sonar de manera armónica. Para ello, hay que empezar por ver qué aspectos se deben tener en cuenta para que la sociedad en su conjunto funcione mejor.
Javier Saéz del Álamo, de la Fundación Secretariado Gitano, puso de manifiesto el daño que hacen determinados shows televisivos en el colectivo gitano.
Por su parte, José Francisco Cano de la Vega, portavoz de la Plataforma para la Gestión Policial de la Diversidad (PGPD), y cuya ponencia se centró en la gestión policial de la diversidad social, hizo hincapié en que la pluralidad de la sociedad española es una realidad presente, que hay que gestionar y tratar, y señaló que lo que no se puede hacer es continuar en los cuerpos policiales como si no existiese. Precisamente el origen de PGPD, en el año 2010, tenía como fin «impulsar cambios en las políticas públicas de seguridad y en lo servicios policiales para garantizar una actuación no discriminatoria y mejorar la atención a la sociedad diversa».
En palabras del portavoz de la Plataforma, «la Policía tiene que ser un reflejo de la sociedad para la que trabaja». Por ello, hay que promover medidas que faciliten la incorporación a los distintos cuerpos policiales de personas que representen las diferentes culturas, religiones o identidades. Además de ello, considera fundamental la formación policial sobre diversidad y no discriminación.
Por otra parte, la organización, en la que participan diferentes entidades, trabaja en la elaboración de protocolos de actuación en materia de identificaciones callejeras para prevenir actitudes discriminatorias. Asimismo, para Cano de la Vega es imprescindible que los ayuntamientos y entidades públicas inviertan para promover la atención a la diversidad y de esta forma mejorar la convivencia entre los diferentes colectivos.
Finalizó su ponencia señalando que también es importante difundir aquello que se hace bien y utilizarlo de ejemplo. Reconocer las buenas prácticas desarrolladas por los servicios policiales sirve para seguir avanzando en este ámbito.
La diversidad en la empresa
Ana Fernández-Salguero, del área de igualdad de oportunidades, gestión de la diversidad y no discriminación de la Fundación Cepaim, centró su ponencia en la gestión de la pluralidad en el entorno laboral. Para la representante de esta ONG lo primero que hay que tener en cuenta en las organizaciones es la perspectiva ética y poner en el centro de la organización a las personas.
Ante la cuestión de por qué se debe gestionar la diversidad en los entornos laborales, apuntó que no sólo a los beneficiosos personales y organizacionales que se obtienen de una buena gestión, si no que además reporta en la economía del bien común. Resaltó que todas las personas son diversas y los planes para gestionar esa diversidad y mejorar con ello la convivencia son imprescindibles en los entornos laborales, pero en general en cualquier ámbito de la sociedad.
Son necesarios construir mensajes que eliminen el miedo, el rechazo y la desconfianza, y contar con herramientas y argumentarios que ayuden a gestionar estereotipos y perjuicios.
Ana Fernández-Salguero hizo un guiño a los Ayuntamientos. Estas entidades, y más en municipios pequeños, que viven de cerca la situación de los diferentes colectivos de su población, deben empezar fomentar planes de actuación que den respuesta a las necesidades de una sociedad diversa.
Los delitos de odio y la homofobia
La jornada finalizó con un panel dedicado a los delitos de odio y agresiones, que contó con la intervención de Esteban Ibarra, presidente de Movimiento contra la intolerancia. Para Ibarra todo se resume en «el valor en si mismo de cada individuo», independientemente de su religión, sexo, profesión o etnia. La tolerancia es una actitud que consiste en respetar, aceptar y valorar al ser humano por encima de todo.
«Para lograr erradicar la intolerancia y con ella, los delitos de odio, todos deben trabajar juntos: instituciones, sociedad civil y personas». Ibarra también centró su discurso en otro ámbito de trabajo fundamental, la escuela.
Por último, la jornada sirvió también para conocer un poco más de cerca la discriminación y la actitud hostil que sufre el colectivo homosexual, transexual y bisexual en nuestra sociedad. Jenifer Rebollo, gerente de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), nos introdujo brevemente en la situación en la que se encuentra este colectivo y apuntó algunos datos alarmantes sobre los más jóvenes, como por ejemplo, que un 45% de adolescentes homosexuales han sufrido violencia en la escuela, y el 97% escucha habitualmente comentarios homófobos de sus compañeros. A consecuencia de la discriminación que experimentan cada día en su entorno, un 43% de los jóvenes LGTB se ha planteado el suicidio alguna vez.
Un tema que resulta preocupante es el estado de las denuncias de las agresiones que sufre el colectivo LGTB. Según el último Informe sobre delitos de odio e incidentes discriminatorios por orientación sexual e identidad de género en España 2014, elaborado por www.conlavozbienalta.org, sólo el 17 por ciento denuncia ante la Policía. Dentro de los tipos de hechos denunciables, los insultos y el daño a la propiedad no se denuncian, y las amenazas y el acoso se denuncian en un 25 por ciento, y el asalto, en un 22,7% de los casos. Por eso la responsable de FELGTB invita y anima a las víctimas a que hablen y den a conocer las agresiones que sufren a través de la federación y de los distintos canales con los que cuentan.
Ana Belén Romero, teniente alcalde del Ayuntamiento de Pedrezuela, cerró la jornada incidiendo en el trabajo que tienen por delante los entidades locales para gestionar una sociedad cada vez más diversa y agradeciendo a todos su participación.
La jornada contó con la activa participación de la Policía local de Pedrezuela, a través de Roberto Sanz, jefe de la Policía Local, y Alfonso Varela, policía local. Además de ello, el acto también fue posible gracias a la colaboración de la Mancomunidad de Servicios Sociales Vega del Guadalix, representada en su directora, Lidia del Pozo. En general, el encuentro contó con una alta participación de representantes de diferentes entidades y colectivos, así como de otros municipios.