Fernando Hernández Holgado

Hace unos meses interrumpíamos esta serie con Rafael Álvarez Fernández, El Gallo, el tercer componente de aquel grupo de jóvenes inquietos, en lo cultural y en lo político, que había brotado en Buitrago del Lozoya al calor de la Segunda República, junto con Eugenio Arias y Victorina Rodrigo. Tras hacer una breve semblanza biográfica, tan parecida a la de Eugenio en su movilización en el Quinto Regimiento durante la guerra, nos habíamos interrumpido en su paso por los campos de concentración nazis en territorio austríaco: Vöcklaburg y Ternberg-Mathausen.
Citábamos entonces la lista elaborada por los historiadores Benito Bermejo y Sandra Checa en su Libro Memorial sobre los Españoles Deportados en los Campos Nazis de 2006, alojado en una web oficial del ministerio de Cultura, en el portal www.pares.mcu.es. Allí, entrando en el buscador de la página, por lugares de procedencia, nos encontrábamos con más deportados de la Sierra Norte madrileña: la mayoría asesinados en el campo nazi: uno de Horcajo, otro de Cabanillas de la Sierra, otro de Cervera, otro de Puentes Viejas-Cinco Villas, otro de Villavieja…
A su salida de España por la frontera catalana, con el final de la guerra, Rafael fue internado como tantos españoles en los campos del Sur de Francia, concretamente en Barcarès. Tras su alistamiento en la Resistencia francesa, cayó prisionero de los nazis y fue enviado a los campos mencionados en territorio austríaco. En Mauthausen estuvo desde el 25 de enero de 1941 hasta el 5 de mayo de 1945, fecha de la liberación por las tropas norteamericanas. Fueron cuatro años y medio en un campo en el que de 7.532 españoles allí deportados, fallecieron –fueron asesinados- más de cinco mil.
Rafael se estableció luego en París, donde consiguió la nacionalidad francesa y casó con Cándida Fernández Martín. Siempre conservó el contacto con sus amigos de Buitrago. A Eugenio lo visitó en 1948, en Vallauris, donde tuvo oportunidad de conocer a Pablo Picasso. Ese mismo año, en París, con sus amigos Félix Rodrigo, Eugenio y Pablo (¿) se hizo la foto que insertábamos en la entrega anterior. Reproducimos en esta, también de abril de 1948, la fotografía que se hizo en solitario en la plaza de Trocadero y que envió a su otra gran familia amiga: la familia Alonso Gil. Los Alonso –»los Herreros»- fueron otra gran familia buitragueña que se significó a favor de la República. Aniceto Alonso Gil fue uno de los primeros milicianos muertos en Somosierra el 19 de julio de 1936, mientras que sus hermanos Santiago –guardia de asalto- y Francisco tuvieron que exilarse al final de la guerra en México, donde fallecieron. Antonio Alonso, más joven, sufrió prisión en la cárcel madrileña de Porlier.
Rafael nunca quiso hablar de su experiencia en el campo nazi, por lo que no podemos saber cuál fue la fuerza colosal que lo impulsó a sobrevivir, y después a reconstruir su existencia y a mantener los lazos con sus amigos, a los que frecuentemente acudió a visitar en Buitrago durante el franquismo y después, sin mayores problemas gracias a su nacionalidad francesa. Solo nos cabe especular al respecto y, puestos a ello, quizá nos ayude esta reflexión de Primo Levi, judío italiano deportado en Auschwitz, cuando le preguntaron por sus propias razones para soportar aquella vivencia:
«Y finalmente quizás haya desempeñado un papel también la voluntad, que conservé tenazmente, de reconocer siempre, aun en los días más negros, tanto en mis camaradas como en mí mismo, a hombres y no a cosas, sustrayéndome de esa manera a aquella total humillación y desmoralización que condujo a muchos al naufragio espiritual» (Si esto es un hombre, Muchnik Editores, 2001).
Como familiar, amigo o conocido de las personas mencionadas en esta sección, ayúdanos a reconstruir sus historias con cualquier información que puedas facilitarnos sobre ellas. Escribe a:

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Fotografía enviada por Rafael Álvarez desde París, abril de 1948, a la familia Alonso Gil. Cortesía de Lalo Alonso.