SEO-Sierra Norte ha realizado, esta pasada primavera, su primera campaña para salvar aguiluchos. En España existen tres especies: el aguilucho cenizo (Circus pygargus), el pálido (Circus cyaneus) y el lagunero (Circus aeroginosus). En la zona sur de nuestra comarca existen campos de trigo y cebada, donde habitan y nidifican estas aves, especialmente en los casos del Cenizo y Pálido. Se pueden encontrar, asimismo, nidos de Lagunero aunque éstos crían preferentemente en zonas de agua como lagunas con vegetación palustre. Este primer año nos hemos centrado en los términos de Talamanca del Jarama y Valdepiélagos. Hemos participado 14 personas del grupo, realizando fundamentalmente trabajo de campo; tuvimos una reunión antes de comenzar para ponernos de acuerdo en la metodología y otra, posterior, para evaluar los resultados y sacar conclusiones de cara a años venideros. Hemos mantenido comunicación diaria gracias a las nuevas tecnologías, muy útiles en estos trabajos en equipo.
¿Y por qué hay que ir a proteger a los aguiluchos?
-Estas especies anidan en el suelo, inmersos en la seguridad del «mar de trigo». Tradicionalmente, los pollos volaban antes de que llegara la siega; además esta labor estaba menos mecanizada. Las nuevas prácticas agrícolas -más intensivas- y la introducción de variedades de trigo de crecimiento más rápido, junto con abonos no naturales, adelantan el momento de la cosecha; con lo cual muchos de estos pollos mueren en las cuchillas de las máquinas. A esto le sumamos que los productos químicos (herbicidas, pesticidas, etc.) hacen que disminuyan sus presas naturales, tales como topillos, ratones de campo, saltamontes, langostas, etc. Los aguiluchos son uno de los mejores plaguicidas naturales que existen; son aliados de los agricultores al igual que las lechuzas campestres, mochuelos, etc.
Comenzamos nuestra tarea la primera quincena de abril; primero fuimos a buscar individuos que volaran por los trigales; hay que decir que el aguilucho cenizo es colonial, suele haber varias parejas cercanas; en el caso del aguilucho pálido que es territorial, resulta más difícil localizarlos. Estaban ya en esta época cortejándose las parejas, observamos algunas cópulas y los lugares concretos donde se posaban frecuentemente, con grandes posibilidades de que pusieran ahí los nidos. Éstos son sencillos, pequeños montones de tallos de cereal un poco aplastados y tapizados con hierba. Realizan un pequeño aclarado como de 70-80 cms. de diámetro. Ya para finales de abril y la primera quincena de mayo se suelen echar a incubar; nosotros les observábamos con los telescopios y prismáticos desde atalayas situadas a buena distancia; cuando estábamos seguros de que había un nido, bajábamos a marcarlo con el GPS, permaneciendo escaso tiempo en un lugar tan delicado para no molestar en demasía.
Avisamos a los propietarios de las parcelas donde habíamos localizado nidos; hay que decir aquí que la colaboración de los agricultores, ha sido muy buena en casi todos los casos, lo que agradecemos enormemente. Después nosotros continuamos controlando los nidos conocidos y buscando otros nuevos. Cuando llegó la cosecha a mediados de junio, casi ninguno de los pollos había volado. Tuvimos, por tanto, que apartar a los pollos en una caja de cartón en el momento de pasar las máquinas por el lugar exacto de los nidos y, pedir a los agricultores que dejaran un rodal de unos 3 a 5 metros de diámetro para, posteriormente, volver a dejar a los pollos en el nido y marcharnos de allí lo antes posible. De esta manera, los nidos no se quedan al descubierto y es más difícil que los localizen los predadores, tales como zorros y mustélidos.
Para ser nuestro primer año estamos satisfechos ya que, si bien no hemos podido salvar a todos los jóvenes observados, hemos adquirido práctica de cara a años venideros. Hubo algún momento desagradable como cuando vimos a dos pollos volantones muertos, ya que en una de las parcelas se ha cosechado sin avisarnos y éstos, que ya estaban muy crecidos, han muerto por el efecto de las máquinas. Como nota positiva, decir que en un par de casos, los agricultores al cosechar han encontrado nidos que no conocíamos y han dejado rodal sin atropellarlos, avisándonos para que acudiéramos a controlarlos. En suma, sensaciones agridulces pero optimistas de cara a próximas temporadas. Los aguiluchos son aves muy valiosas que aparecen catalogadas como Vulnerables y De interés especial.

Miguel Ángel Granado (Coordinador SEO-Sierra Norte)
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