Jose de Villamisar.
desde Peñalabra

Los políticos catalanes están haciendo de Cataluña un Carajal, a algunos no les importa su ideología con tal de alcanzar el fin que se proponen, que no es otro que la independencia, para ello hacen pactos contra-natura, como el alcanzado por Convergencia Democrática y Esquerra Republicana para intentar ganar las próximas elecciones al Parlamento de Cataluña, con una candidatura conjunta, pacto entre dos partidos que están en la antípodas el uno del otro. Pero al fin, lograron el acuerdo para llevar a Cataluña a la ¿independencia?, ¿al abismo?, ¿a ninguna parte?
En la parte contraria, los que no quieren la independencia, se nota la ausencia de una gran coalición entre los partidos contrarios a una Cataluña independiente.
La realidad actual en Cataluña es que, hay una candidatura conjunta del soberanismo que puede ganar las elecciones del próximo 27 de septiembre y que está trabajando duro para ello, mientras los otros, en especial el gobierno de la nación, carecen de alternativas y propuestas para ofrecer a los catalanes que están en contra de la independencia.
Los partidos políticos están haciendo de España otro Carajal, el Partido Popular después de haber perdido gran parte del Poder que había alcanzado en las anteriores elecciones, quier conectar y reactivar a la militancia, con el ánimo bajo después de fracaso electoral. Para ello aparcó a los «viejos barones», para dar paso a gente joven, capitaneados por la nueva presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, y, Pablo Casado, recientemente nombrado Vicesecretario de Comunicación del partido, que se encarga en principio de mandar a las tertulias televisivas a gente joven y desaliñada, que conecte con la sociedad. No le basta al Partido Popular exhibir las bonanzas de su programa económico para ganar las próximas elecciones, tiene que además, profundizar en reformas no económicas, como la reforma electoral, incompatibilidades de los cargos públicos, limitación de mandatos, ect.
En el Partido Socialista, eligieron a Pedro Sánchez, como candidato a la Presidencia del Gobierno para las próximas elecciones generales, y poco más, parece que se conforman con los «buenísimos» resultados obtenidos en los pasados comicios municipales y autonómicos, por ese camino se convertirán en partido residual en las instituciones.
En cuanto a Podemos, después de los brillantes resultados obtenidos por sus «marcas blancas», su líder Pablo Iglesias, quiere convertir a la formación en un partido tradicional, nada de asambleas ciudadanas, su Dedo, es mucho mas sabio y democrático, y El ya ingresó en el selecto Club de la Casta, ¡bien venido S. Iglesias!.
Como consecuencia de todo ello, comienzan a dimitir cargos de la Formación por todo el país, en Galicia, las dos personas más votadas para el Consejo Ciudadano de Podemos, acaban de anunciar la dimisión de sus cargos, por el oscurantismo y desorden interno del partido y lamentaron que las decisiones en Podemos se toman «entre cuatro y a escondidas». Poco queda ya de aquel partido que celebraba sus asambleas en las plazas de las ciudades y villas de España para discutir y votar lo que cada cual creyese conveniente.
Resumiendo un poco podemos decir que, la política española de hoy tiene dos características dominantes: Que solo discutimos diciendo que sí a lo que luego vamos a decir que no, o al contrario.Y esa dinámica genera un alto nivel de confrontación sobre temas irrelevantes, que nos olvidaríamos pronto si esos líderes que están aflorando o los que están enmohecidos y ya en retirada no las mantuvieran en candelero de forma artificial, o sea un Carajal.