Adolfo Hernán González
Había una vez un hombre que decía sentirse caballo, no le gustaban los alimentos de los humanos y era feliz con los alimentos de los equinos. Su mujer le decía «tienes que ir al médico para que estudie tu caso. Cuando llegó al médico le explicó lo que le pasaba, Doctor yo me siento caballo, me gusta la asfalta, la paja, el grano de cebada y por las noches tengo una bola de sal en la mesilla y de vez en cuando la doy varias lengüetazos y soy tan feliz. El médico que le miraba y escuchaba atentamente, de pronto se pone a escribir en un papel, enseguida el paciente le pregunta ¿Doctor que medicamentos me va a recetar? A lo que el médico le contesta, no ningún medicamento, esto es un certificado para que lo lleve al Ayuntamiento y le permitan cagar por las calles.
Pues bien, hoy en día cientos de miles de anos caninos depositan sus excrementos en las aceras y parques de todos nosotros, no tienen el permiso del Ayuntamiento pero es igual. Algunos dueños de estos animalitos, recogen puntualmente el excremento depositado, afortunadamente cada vez más, pero otros muchos no lo hacen, en claro desprecio a sus conciudadanos.
Eso si cuando el perrito padece diarrea, eso no lo recoge ni la «moto-caca» y allí queda depositada en la vía publica con su dosis de bacterias a esperar que el tiempo cumpla su misión desintegradora, mientras tanto, los niños que juegan en el parque o las personas que paseen por las aceras, pueden ser víctimas de tal excrementico regalo. Yo creo que los perros deben salir a la calle a pasear con sus dueños, pero eso sí, ya cagados y meados, tal como hacemos las personas, lo otro es una apropiación indebida del espacio público para menesteres poco ortodoxos. No tengo nada contra el mejor amigo del hombre, mi protesta va dirigida contra aquellas propietarios de perros que no respetan lo más mínimo las normas de convivencia, el respeto a los demás.
A las personas se nos enseña que si no se cumplen, puede caernos una sanción. Algunos propietarios de perros deberían ser formados al igual que un ciudadano obtiene un carnet de conducir. ¿Esta Vd. Preparado para tener un perro en su domicilio? No pues a la escuela a formarse. Los dueños de los perros, deberían saber que hay muchos ciudadanos que no soportan la presencia de un perro por diferentes razones, alergias, miedo, enfermedades…etc pues bien, los introducen en todas las partes, hoteles, tiendas, bares, bancos, centros comerciales, en claro desprecio a las personas allí presentes.
Es verdad que hay perros útiles como son los perros guía para ciegos, los perros policía, perros de salvamento, perros de compañía para personas mayores o minusválidos que están solos, pero esto significa solo el 5%, el otro el 95% son perros a la moda y si son de raza con pedigrí mucho mejor, es como llevar un traje de «Versace» para impresionar a los demás, pues vivimos tiempos para algunos de signos externos y culto a la imagen solamente.
Hoy las comunidades de vecinos se han llenado de perros con todos sus inconvenientes, ladran a cualquier hora del día o de la noche, molestando a los vecinos próximos, tienes que mezclarte con el perro en el ascensor, de vez en cuando aparece una meada en el ascensor o una caca en el portal porque aquel dueño del perro a tardado demasiado en sacarle de casa y «ala» la excrementosis para los vecinos. No existe regulación alguna sobre el nº de perros por piso o por planta, imagínense que en un bloque de 50 viviendas, hubiera un perro o dos en 48 viviendas, seria insufrible, pues bien puede ocurrir porque no hay nada legislado al respecto. Por otro lado, resulta cruel mantener al perro horas y más horas encerrado entre cuatro paredes de un piso, cuando el animal morfológicamente necesita correr muchos km al día para sentirse libre y bien.
Después llega el abandono del perro cuando este estorba o impide unas vacaciones, ¿Dónde está el cariño por los animales? Las modas traen estas cosas, porque las modas se basan en escudriñar en la vanidad de las personas, por eso es fácil hacer presa en todos aquellos que pretenden ser arquetipos del progreso o modernismo. También la moda nos está trayendo la figura del hombre joven llevando a su lado un mastín de las llamadas razas peligrosas, pues así, su ego queda satisfecho por aquello de impresionar a sus amigos y atemorizar a los demás.
Y no hablemos de las agresiones de perros a niños y mayores que continuamente se están produciendo sin control ni vigilancia de sus dueños. He presenciado mordeduras de dos perros sueltos a dos personas que paseaban tranquilamente
¿Es esta una Sociedad en progreso? Evidentemente no, las sociedades en progreso son las que cultivan los valores éticos, las que forman adecuadamente y educan a sus ciudadanos, en España esto no se da en porcentajes satisfactorios, es una lástima.