Como decía Serrat, son esas pequeñas cosas las que muchas veces tienen importancia en la vida y ¡cuánto nos obcecamos en mirar las grandes cosas!
Casi nadie piensa que las malas situaciones le pueden suceder a uno, las buenas tal vez, pero que lo que seguro que pasa es lo normal,… la rutina; y con ese pensamiento pasamos la vida, obviando lo malo y buscando lo bueno.

Al año, mueren muchas personas en su vivienda en España fruto de pensar que nada malo puede pasarte en tu casa, y los que más muertos acumulan suelen ser descuidos: accidentes, intoxicaciones, incendios, etc.
Es raro pensar que el lugar donde más seguro nos sentimos es un lugar realmente peligroso y eso es fruto de la falsa seguridad de la guarida, nos relajamos, bajamos la guardia y el riesgo no perdona.
La edad es otro factor que hace subir las estadísticas, a mayor edad y soledad más accidentes, no es que la infancia esté libre de riesgos, es que suelen estar acompañados de adultos que miran por ellos y la soledad incrementa mucho los efectos de un accidente.
Si hay un enemigo silencioso es el fuego y su amigo el humo que, en un goteo constante, «al descuido», nos roban todos los años como un patrón preestablecido muchas personas de nuestro entorno y estas muertes suelen ser según la estadísticas en el comedor y en las habitaciones (dormitorios) preferentemente, esto es debido a que humo y gases del incendio nos encuentran en esos lugares y, sin darnos cuenta, nos matan.
¿Podemos parar esta sangría? Ciertamente sí, con una pequeña cosa, como dice la canción, un detector de incendios, que los hay en los centros comerciales y en interné que los hay muy baratitos y fáciles de poner, a pilas y sólo necesitan unos tornillitos para poner en el techo y un cambio de pila, cuando lo indique el fabricante…
Detectores de humos colocados en los dormitorios y en el comedor o al menos uno en el pasillo, que nos avise del peligro para que nos de tiempo a escapar de una muerte segura. Detector de llamas en la cocina (porque siempre hay humo) que nos avise de que se nos olvidó quitar la sartén,… Lo dicho, una pequeña cosa, que nos ayuda a ponernos a salvo a nosotros y a quienes más queremos.
Si con estas líneas animamos a alguna persona a instalarlos en su casa, habremos hecho una gran cosa. Aunque no lo crea, somos el país que menos conciencia de este riesgo de la Unión Europea ya es hora que en algo nos equiparemos a Europa, aquí aún no los hemos instalado, allí hacen anuncios para que se acuerden de cambiarles las pilas.
Todas las noches cuando eche el pestillo de la puerta o cuando conecte la alarma por si acaso, recuerde que desde dentro puede presentarse un terrible enemigo silencioso así que, échele también cerrojazo y coloque un detector.

Gonzalo Fernández
Gemma Álvarez
Técnicos en Protección Civil