La colaboración entre la oficina de turismo de Bustarviejo y siete establecimientos de restauración han dado lugar a una nueva edición de la Feria de la Patata. Así por la mañana, guiados por un hortelano «de toda la vida», quince personas disfrutaron de la experiencia de plantar patatas. Una forma distinta de vivir el turismo rural con una experiencia realmente pegada a la tierra.
Y como no todo es trabajar, los que quisieron pudieron disfrutar de diferentes tapas preparadas en siete establecimientos, con la patata como base. Croquetas, a la riojanas, con salsas fueron devoradas con igual fruición.
Esta iniciativa es parte del ciclo que se empezó a vivir en octubre, cuando la Feria de la Patata se vivió en los bares, pero en vez de sembrar, recogieron la cosecha de la temporada pasada.