Luis Fco. Durán Carretero.
Las ayudas y subvenciones al desarrollo rural del Programa Leader, están enfocadas a apoyar iniciativas desarrolladas en el medio rural, en comarcas desfavorecidas, para la mejora de la calidad de vida y el impulso de la actividad económica mediante la puesta en valor de los recursos propios de cada región.
El Programa Leader es ya un clásico en las ayudas para el desarrollo rural. Cuyo objetivo es mejorar la calidad de vida en las zonas rurales y fomentar la diversificación de la actividad económica. Para ello existen estas ayudas y subvenciones cuya financiación proviene en un porcentaje mayoritario del FEADER (Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural) y el resto de las Administraciones Central y Autonómica, que apoyan de manera directa la creación y el desarrollo de microempresas en el ámbito rural.
Los proyectos y actuaciones que quieran contar con ayudas LEADER deben cumplir unos objetivos generales fijados en el artículo 4 del Reglamento (CE) nº 1698/2005.
Estos proyectos deben localizarse en municipios incluidos en la zona de actuación de cada Grupo de Acción Local o Grupo de Desarrollo Rural, (GDR). Estos grupos son asociaciones sin ánimo de lucro integradas por entidades del ámbito económico, social, cultural, vecinal, medioambiental o profesional. Los GDR se encargan de la gestión y tramitación de las ayudas y subvenciones de su territorio, por lo que si estás interesado en ellas debes dirigirte a los técnicos del Grupo de Desarrollo Rural de tu zona para que te informen de los plazos, requisitos, documentación, cuantías, etc. En el enlace anterior puedes consultar qué Grupos de Desarrollo rural están operativos en cada comarca y Comunidad Autónoma.
Estas ayudas a fondo perdido, cuya cuantía máxima será del 50% de la inversión, van destinadas tanto a trabajadores autónomos, o que vayan a serlo a través del proyecto presentado, (debiendo en este caso darse de alta antes de la certificación de finalización de las inversiones), como a pymes (Sociedades Mercantiles, Sociedades Agrarias de Transformación, Cooperativas, Sociedades Laborales y cualquier otra entidad, asociativa o societaria recogida en la legislación vigente), como a Comunidades de Bienes u otras entidades de tipo comunal. Siempre y cuando tengan menos de 10 trabajadores y su volumen de negocio anual no supere los 2 millones de euros.
Bueno pues estas ayudas que tanta falta le hacen a la Zona Norte de Madrid, están abocadas a la desaparición, pues no en vano a su alrededor existen unos pájaros de mal agüero, con aires de pavos reales, que están dispuesto a cargarse estas ayudas y con ellas los proyectos de crecimiento, desarrollo y empleo que podrían y deberían producirse a través de promotores, como ayuntamientos, autónomos y pymes. Pero. El futuro no depende de los promotores, como debería, depende de algunos «técnicos» de la Comunidad de Madrid, que por cierto cobran de lo que todos pagamos y muy bien ciertamente, se levanten con buen o mal pie, normalmente se levantan con el pie torcido, igual es que practican poco sexo y el poco lo hacen, mal. Claro está, cuando salen, salen con unas ganas locas de cepillarse todo lo que se menea. Y ahí es donde comienza la desgracia de los promotores y con ellos el futuro de nuestra zona.
Esta gente se ha empeñado en enterrar todos los proyectos, que con mucho esfuerzo intentamos sacar adelante en nuestros pueblos. Se les ha metido en la cabeza que no tenemos que crecer, que a ellos nuestro futuro les importa una mierda…ellos cobran todos los meses. Se creen tan superiores y van con tanta impunidad, que solo nos falta rendirles pleitesía. Como lo que pretenden es que sigamos en la edad de piedra, habrá que agradecérselo como se merecen y con arreglo a la edad correspondiente. La verdad es que se merecen un homenaje, sobre todo sus costillas, con una buena vara de fresno, de forma que puedan sentir el calor y el agradecimiento de pretender que sigamos viviendo como ellos quieren, usease, arando el campo con la yunta, ordeñando cabras, viajando al pueblo de al lado en burro y cambiando de gorra, los domingos y fiestas de guardar «pa» ir a misa. Eso sí, tendremos que guardar, cuando hagamos la matanza un somarrito «pa» cuando vengan los señoritos lo disfruten y nos dejen vivir un poco…se van a comer una gallina joven en ácido acético.
Claro que igual tienen mala suerte y cambia el panorama y pasan de ser unos pequeños «voz aflautados» a ser unos mindundis cualquiera, que es, su realidad a fin de cuentas, aunque tengan ínfulas de señoritos a lo Gracita Morales…cuidao que viene el señoritto…a los pies del señoritto…discúlpeme señoritto…vaya usted a la mierda señoritto¡¡¡…
Con un poco de suerte, igual pasan de sepultureros a sepultados, pero sin resquemor, con todo el cariño de la Zona Norte de Madrid y sus alrededores.
Claro está, este artículo no es políticamente correcto, pero visto lo visto me da igual. Aquí no estamos para hacer política, estamos para vivir y si los sepultureros nos dejan, crecer…pero como son así, es fácil que nos lo pongan más difícil, EH¡¡¡ que da igual, como no esperamos nada de ellos, pues con que no nos quiten más, ya estamos contentos.
Ah¡ por cierto, yo firmo todo lo que escribo, con mi nombre y apellidos, no me escudo en que alguien me saque las castañas del fuego, Comunidad de Madrid, por ejemplo, o algún organismo similar, como hacen estos sepultureros.
A la Comunidad de Madrid le sobran cantamañanas y le faltan personas que entiendan y atienda lo que somos y lo que hacemos.
Y lo que hacemos, es sobrevivir, pese a los sepultureros.
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