En Agosto de 2010 la congregación de las Hermanas Virgen del Puerto, que habían cuidado de los mayores de la residencia de ancianos del pueblo se despidieron. La edad les obligaba a dar el paso, y se les rindió homenaje por su labor a lo largos de todos esos años. La residencia, gestionada por una asociación donde participa gran parte del pueblo se dirigió al obispado de Madrid para que les recomendará una orden, que as sustituyera. La oficina que dirigía el cardenal Rouco Varela recomendo a la llamada orden Arcángel San Gabriel. El peculiar habito de azul y amarillo que llevaban sus miembros destacaba fácilmente.
Aunque venían como orden religiosa, no está considerada como tal. A lo largo de estos cuatro años no ha habido problemas con los residentes, aunque no tenía titulación alguna para ejercer tal trabajo.
Sin embargo, desde la primavera pasada la situación empezó a cambiar. Desde entonces, su fundador Feliciano Miguel Rosendo Da Silva ha ingresado en prisión provisional por presuntos delitos de estafa y abusos sexuales y su organización ha pasado a ser considerada como una secta.
Las integrantes de esta orden en principio no cobraban directamente su sueldo, sino que lo hacía la orden. Es método cambió cuando la Diócesis de Tui Vigo apartó cautelarmente al líder de la secta y puso a un comisario canónico al frente, que obligó a que los pagos se hicieran en cuatro cuentas nominales.
El consejo de dirección de la Residencia, está discutiendo sobre la posibilidad de rescindir el contrato, con las opciones de contratar directamente a las cuatro mujeres de esta orden, o contratar a profesionales no ligados a ninguna orden religiosa.