Luis Francisco Duran

Siempre nos ha molestado que dijeran que éramos la Sierra Pobre de Madrid, o a mí por lo menos y mucho.
Nuestra Sierra no es ni pobre, ni rica, ni nada que se le parezca, simplemente es LA OSTIA y punto. Ni debería depender de las limosnas sobrantes de los que «rigen» la Comunidad de Madrid…lo que pasa es que nos falta UNIÓN, para decirles a esta gente que no somos pobres, somos los más ricos del planeta, porque pertenecemos a esta SIERRA…Sierra Norte de Madrid. Afortunadamente para Madrid. Que se enteren, porque en otros tiempos no era así…favor que nos deben y nos siguen debiendo. Porque poder presumir de esta Sierra, que es el TREINTA por ciento, de la Comunidad Autónoma de Madrid, es para ser agradecido…y lo son? Pues NO. No lo son, ni se les espera.
Tenemos la suerte de estar en una Sierra en la que no nos falta de nada, salvo, creernos quienes somos. La putada de esto es que mientras no nos creamos quienes somos. Somos una castaña con relación a los demás. ¿Qué pasa? Que los demás sintiéndose superiores, no porque lo sean, para nada, nos releguen a un estado inferior con respecto a los derechos y/o obligaciones que nos competen…
Pero para quitarnos este San Benito de encima, debemos unirnos, juntarnos, ir de la mano.
Pero parece que estas cosas a los de la Sierra nos sobran…somos autosuficientes…y una mierda como el gorro de un picador, usease un Castoreño, que independientemente del apéndice encefálico del susodicho, tiene un perímetro considerable.
Antes cuando decía que tenemos que creernos quienes somos, no me refería a que algunos se crean el ombligo del mundo, que no es que no lo sean. Es que no son ni un juanete.
Hay quienes estamos empeñados en que esta Sierra sea el OMBLIGO DE MADRID. ¿Porqué? pues sencillamente y egoístamente, porque tenemos nuestros negocios, empresas, presente y futuro AQUÍ.
Quizás es difícil de comprender…tampoco entendería porque.
Yo escribo desde aquí, para expresar lo que pienso y lo que deseo. Y lo que deseo es que unamos nuestras fuerzas para darle un impulso a nuestra Sierra y por ende a nuestros negocios.
Me gustaría que algunos se dieran cuenta de que para salir adelante hay que estar UNIDOS, no solo siendo ellos, SOLO ELLOS. Porque todos juntos somos MÁS. Y el que no lo entienda, es porque se cree, su «superioridad», esa que se basa en los billetes…sus billetes, pero sus billetes aquí no pintan nada…nos vale la UNIÓN…los billetes están bien para hacerte un bonito funeral. Pero antes, sino los utilizas para ayudar a los demás y con ello a ti mismo, no valen «pa ná». Que con billetes se hacen más cosas, por supuesto. Yo no estoy diciendo que el que tenga pasta se la tenga que regalar al que no la tiene, ni mucho menos. Simplemente que si tiene más, igual también tiene más infraestructura y puede aportar algo que otros no tienen. Y que yo trabajo para tener billetes, también…como cada quisqui. Simplemente me gustaría que tanto los unos como los otros pusiéramos de nuestra parte para que esta Sierra, que somos todos, tuviéramos un presente y un futuro más halagüeño. Si a la falta de población, le sumamos la desgana por hacer cosas que revitalicen nuestras empresas, más las zancadillas que nos pone la administración, pues no levantaremos cabeza en la vida.
Si queremos una Sierra en la que nuestros negocios, empresas o lo que sea, funcionen, nos tendremos que amadrinar…sabéis lo que os quiero decir ¿verdad? Porque este termino es serrano total, total…total.´
Nunca se podía pensar que los alcaldes respectivos de cada uno de los pueblos fueran capaces de amadrinarse por el bien de La Sierra, sin problemas de partido ni ideología y le ponemos trabas los supuestos «beneficiarios»…pues que bien.
Claro, para ser «beneficiarios», tendremos que poner algo de nuestra parte, por ejemplo, servicio, precio y sobre todo calidad…y si es posible, todo en el mismo paquete.
Por cierto para conseguir más y mejores cosas, hay que unirse…o amadrinarse, porque es la única forma de crecer, ser alguien y demostrar a todos estos cantamañanas de supuestos «seres superiores», que rigen nuestro destino que sin nosotros no son nada y nosotros, juntos, sin ellos, podemos ser la ostia.
Pero nos tenemos que UNIR.