Es naturalista, director de documentales y series de televisión escritor y divulgador del mundo de la naturaleza. En la actualidad, preside Lobo Marley, una Plataforma Ciudadana en defensa del Lobo y el Mundo Rural. El próximo 21 de junio estará en Madarcos presentando una novedosa iniciativa de conservación junto a ganaderos y pastores de la zona que pretende aportar soluciones y potenciar la presencia del lobo en la Comunidad de Madrid.
¿Qué es Lobo Marley?
Es una plataforma ciudadana por el lobo y la sociedad rural. No somos una ONG, ni un grupo ecologista. Somos sociedad civil en movimiento constante. No recibimos subvenciones, ni las queremos.
El nombre es un homenaje a un lobo que estaba marcado por un gps en el Parque Nacional de Picos de Europa y fue abatido a tiros en agosto de 2012. Su nombre era Marley y fue el que nos puso en marcha.
El día 21 venís a Madarcos para presentar el sello de calidad Lobo Marley. ¿ En qué consiste?
Será una jornada histórica. Nos reunimos con pastores y ganaderos en defensa del lobo. Pastores que han comprendido que el lobo, lejos de ser un problema, puede ser un aliado para potenciar sus productos. Por eso presentamos el sello Lobo Marley, que englobará a todas aquellas explotaciones ganaderas que hacen bien su trabajo, que usan los medios necesarios para que el lobo no ataque sus rebaños, sin por ello poner en riesgo la subsistencia de este legendario animal. Son pastores y ganaderos comprometidos con la defensa de la naturaleza y el entorno en el que viven.
Y será un día lúdico, con demostración de esquileo de ovejas, con la presencia de una pareja de lobos nacidos en cautividad, con debates, música…
Es una iniciativa que se extiende por toda España. Se trata de que la presencia del lobo y su convivencia con el entorno rural aporte una revalorización de los productos y fomente su consumo.
¿Cómo reacciona la Administración ante estas propuestas?
Esperamos la presencia de los responsables del área de la Comunidad de Madrid y nos gustaría que avalasen la propuesta. En cualquier caso, somos sociedad civil y trabajamos sin necesidad de que lo haga la clase política. Sólo si somos fuertes ante la sociedad podremos serlo ante la administración.
Hay que romper los mitos. Romper el mito de que los pastores están en contra de los lobos, y romper el mito de que los conservacionistas somos enemigos de la ganadería.
Sin embargo, parece que las indemnizaciones de la Administración podrían ser una de las soluciones al problema…
Si. Hay dotaciones presupuestarias para hacerlo, pero a veces la mecánica no es la deseada y coloca a los pastores y ganaderos en una posición de soledad. Ese dinero, muchas veces llega tarde o no llega y esos es algo que hay que remediar. La administración tiene que ser ágil y evitar situaciones incendiarias. Y los pastores, que manejan su explotación en un entorno natural, han de asumir al lobo como parte de esa naturaleza.
Actualmente, los trenes matan diez veces más ganado que el lobo y a nadie se le ocurre poner en duda la existencia del ferrocarril.
Por otra parte, la presencia de perros asilvestrados es un problema mucho más grande del que nunca se habla y que viene ya de los años 70. Su número y sus daños son mucho mayores que los del lobo. El grupo de lobos que se puede afianzar en la Sierra no pasan de 6 u 8 ejemplares.
El odio al lobo tiene algo de atávico, irracional, histórico…
Es totalmente irracional y no se sostiene con datos. El lobo afecta a menos del 1% de la cabaña ganadera. No es el mayor problema de las explotaciones. Hay que aportar datos para deshacer los mitos. El mundo rural ha cambiado mucho. Tanto los lobos como los pastores están en peligro de extinción y tienen que unirse para lograr su supervivencia. Ambos son joyas que no deben perderse, que debemos de proteger. La defensa del lobo va de la mano con la defensa de la sociedad rural, porque aporta mucho más de lo que quita. A la revalorización de los productos ganaderos tenemos que unir el ecoturismo que convierte al lobo en valores añadidos que representan la libertad y la autenticidad.
Hablas de recuperar manejos del ganado… ¿Cómo cuáles?
La presencia de perros mastines en los rebaños es fundamental. Es una raza de perro que se creó para eso, para defender los rebaños del lobo. Es verdad que hay un coste en su mantenimiento, pero evita en la mayoría de las ocasiones los ataques. Cuando los mastines están presentes, el lobo se retira.
No pretendemos que los pastores vuelvan al medievo, todo lo contrario. Hay que potenciar la creación de cooperativas de pastoreo que mejoren los horarios y dignificar una profesión que ésta sociedad ha condenado al olvido y al abandono, como al resto del medio rural. Por eso queremos implicarnos también en la defensa del mundo rural e ir de la mano de sus habitantes.
Además de los pastores ¿Se pretende la implicación de otros sectores?
Por supuesto. La llegada del lobo a Madrid generará un antes y un después para los pueblos. Es un elemento natural de gran valía que revalorizará el turismo, si sabemos como hacerlo.
Una casa rural con lobos aumenta su ocupación, al igual que aumentan los ingresos en la restauración y la hostelería. Hay un ejemplo muy claro en la provincia de Zamora donde la presencia del Lobo se ha convertido en el motor económico de comarcas. Se trata simplemente de afrontar su presencia. Es verdad que las lobadas pueden provocar pérdidas. Pero la posibilidad de contemplar al lobo a menos de una hora de la Puerta del Sol generará grandes beneficios, no solo para el mundo ganadero, también para el resto del entorno rural.
Los pastores, los habitantes del mundo rural pasarán a ser los guardianes del lobo. Ellos son los que están creando el Sello Lobo Marley, los pastores, desde el ámbito ganadero, desde la perspectiva rural.
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