Los celos son un sentimiento que experimenta una persona cuando cree que la persona a la que quiere siente amor o preferencia por otra. Estos sentimientos son frecuentes entre los niños menores de cinco años. Sin embargo, en ciertas ocasiones los celos pueden suponer un problema para la convivencia familiar, e incluso para el desarrollo evolutivo del niño pudiendo persistir pasados los cinco años de edad. Es en estos casos cuando debemos prestar especial atención a los celos y acudir a un profesional si no podemos manejarlos.
¿Cómo detectar que mi hijo está sufriendo celos?
Uno de los indicadores de los celos son las conductas regresivas en el niño. Si hemos conseguido que deje de hacerse pis en la cama puede volver a desaprender lo aprendido. Igualmente, podemos ver conductas como chuparse el dedo o un compartimiento muy infantilizado para un niño de su edad.
Otro de los indicadores serán las numerosas llamadas de atención hacía los padres, queriendo mostrarse el centro de atención familiar. En algunas ocasiones estas llamadas de atención pueden aparecen como conductas desafiantes o disruptivas, es decir, mostrando un mal comportamiento o desobediencia delante de los padres.
¿Qué hacer para prevenir o reducir estos celos?
• Evitar las comparaciones entre hermanos, además de evitar mostrar preferencias. No utilizar frases del tipo: «mira las notas de tu hermano» o «eres un desordenado, deberías aprender de tu hermano».
• Anticipar la llegada de un nuevo hermano para trabajar expectativas. Cuando se empiece a notar el embarazo es un buen momento para explicarle que va a tener un hermano. Esto va a facilitar que podamos ir trabajando con él lo que supone tener un hermano. Le explicaremos que este nuevo miembro de la familia requerirá muchos cuidados, puesto que es un bebé, que llorará en muchas ocasiones y que en otras lo pasaremos muy bien riéndonos juntos.
• Hacerle partícipe. Nuestro hijo podrá ayudarnos con los cuidados del nuevo bebé, pero nunca debemos responsabilizarle. Hacerle partícipe le ayuda a madurar, pero la excesiva responsabilidad puede suponer una carga para el niño, lo cual podría generar rivalidad.

Esperamos que estas pequeñas pautas le ayuden a prevenir los celos entre sus hijos. Si tiene alguna duda o necesita asesoramiento para su caso no dude en ponerse en contacto con nosotros vía email, le asesoraremos de manera totalmente gratuita.

Cristina López Mérida – Psicóloga
cristinalm.psicologia@gmail.com