La Comunidad de Madrid ha impulsado en colaboración con Iberdrola y Red Eléctrica Española la reforma de 629 puntos en tendidos eléctricos para evitar la electrocución de aves con una inversión de 1,2 millones de euros. Las principales zonas de actuación han sido la Zonas de Especial Conservación de Aves (ZEPA) del Alberche y el Cofio, la del
Jarama y el sur de la región.
Para ello se han llevado a cabo diferentes modificaciones técnicas en los apoyos de las torres y tendidos eléctricos con el objetivo de proteger ciertos elementos contra los que chocaban las aves, hacer más visibles los cables para la avifauna, o mejorar el aislamiento de las líneas para evitar electrocuciones.
En la selección de las zonas donde se han llevado a cabo las mejoras de los tendidos eléctricos se han tenido en cuenta los datos disponibles sobre las áreas de nidificación de especies como el águila imperial, el buitre negro, la cigüena negra, el cernícalo primilla y el águila real.
Concretamente para evitar electrocuciones, las modificaciones han consistido en la supresión en las torres de los aisladores rígidos en los apoyos de alineación para cambiarlos por cadenas de aisladores suspendidas. Para evitar colisiones, se ha procedido a la señalización con balizas salva-pájaros en los vanos de líneas, principalmente en tendidos de transporte y distribución.
Refugio de aves protegidas
El 40% de la fauna protegida de España esta en los parques regionales de Madrid, y en el recientemente declarado Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. Entre las aves destacan la importantísima recuperación del número de ejemplares de águila imperial, que ha doblado en los últimos ocho años su número con 49 parejas reproductoras, un máximo histórico que supone el 15% de la población mundial.
Por su parte el buitre negro, que llega ya en la región a las 114 parejas, se encuentra en un máximo histórico y con el doble de la población registrada en 1997, lo que supone un 5% de la población mundial. El cernícalo primilla, la cigüena negra o el águila perdicera, especies todas en peligro de extinción, están experimentando igualmente un aumento notable en los últimos años. A ellas se añaden otras como el águila real, la garza imperial o el búho real.
En total la Comunidad de Madrid alberga cerca de 300 especies de aves, muchas de ellas protegidas, escasas y difíciles de ver en otros lugares del mundo, como el águila imperial, la avutarda, el abejaruco o el buitre negro. En concreto Madrid alberga 36 especies de aves de interés especial, y 25 protegidas según su grado de amenaza.
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