Desde PEÑALABRA
José de Villamisar

En estos últimos tiempos, están proliferando, como hierba mala, las memorias de políticos, especialmente de ex-presidentes y altos cargos de los partidos. Estas memorias, no son el relato de su vida privada o política, sino que en ellas aprovechan para tirar el dardo a compañeros y rivales políticos, al mismo tiempo que ensalzan su «ego» personal.
Todos o casi todos, dan consejos a sus sucesores, justifican errores suyos con la actuación de otros, pero en ninguna entonan el «mea culpa».
El último ejemplo, o uno de los últimos, es el de Solbes, que dice ser el único miembro del Gobierno que vio venir la crisis y que a pesar de sus consejos y advertencias, Zapatero no le escuchó, y que esa fue la causa de su dimisión, ¡que paradoja!, ¡Pedro Solbes Vicepresidente del Gobierno y Ministro de Economía durante un largo tiempo en la etapa de Zapatero se declara inocente y no tiene nada que ver con los errores de su Jefe!. Explica claramente y pormenorizado todos los pasos que había que dar y que no dieron, que por cierto son idénticos a lo que está haciendo Montoro. ¿Porqué ha esperado tanto Solbes en explicarnos lo que está diciendo ahora?.¿Porqué no actuó?.
José María Aznar arremete contra su pupilo Mariano Rajoy, hoy Presidente del Gobierno, con el que tiene rotas las relaciones por no dejarse aconsejar. Para sí mismo todas sus complacencias y se empeña en justificar su compromiso de las Azores inventándose una teoría de la Europa Atlántica que solo él conoce, fue el único líder mundial que apoyó la invasión de Irak por parte de Estados Unidos e Inglaterra, dice que era consciente del coste político y personal que asumía, pero lo hizo por España. ¡Todo por España!. ¡Pobre España, cuanto tiene que aguantar!.
Felipe González tampoco deja pasar la ocasión para mandar un recadito a Rubalcaba. Después de criticar la última conferencia política socialista, en la que se propuso desplazarse más a la izquierda, Felipe echó en falta la exposición de ideas que fundamenten ese desplazamiento y dice que, un buen líder debe saber irse y ser consciente de que, cuando se ha convertido en una rémora para la solución de los problemas, debe marcharse.
Gonzáles, también comenta su oposición a la entrada de España en la OTAN, de pedir de entrada NO, a unos años después pedir el SI en un referéndum que él mismo convocó. No reconoce su error, sino al contrario, dice que fue para salvaguardar los intereses generales también de España. Cuando González predicaba el NO a la OTAN, gobernaban en Europa sus amigos personales según él, en Alemania lo hacía Willy Brandt, en Suecia Olof Palme, mientras Francois Miterrand era el líder de la oposición en Francia, más tarde sería su Presidente. Todos estos señores, entre otros, asistieron al XXVII Congreso socialista celebrado en Madrid en 1976, donde se ratificó a Felipe González como Secretario General. ¿No le dijeron esos Señores, amigos suyos, que España tenía que entrar en la Alianza Atlántica?.
Como se ve, tampoco Felipe reconoce errores, pero no duda en enumerar uno por uno todos los cargos que, según él le ofrecieron, empezando por la propuesta de presidir la Comisión Europea, la Internacional Socialista, presidir el Partido Socialista, etc.,etc.,. Como ven éste hombre es todo humildad.
Julio Anguita por su parte, también tiene un gran concepto de sí mismo, posiblemente sea el mas vanidoso de todos, pero no duda en «repartir » a diestro y siniestro, empezando por Santiago Carrillo, pasando por el Rey, Adolfo Suárez y terminando por Felipe González, del que dice que su éxito se debe a la «potra», y a Aznar lo califica como un coadyuvante con crímenes de guerra. Para él, solo parabienes, para los demás «estopa».