Nació en Madrid, hace 36 años. Estudió Biología en la UCM. La biología le aportó una manera de entender el mundo, pero lo que ella quería era trabajar con personas. Desde hace 10 años se dedica a la gestión de proyectos socio-educativos trabajando con empresas, organizaciones sin ánimo de lucro, y entidades públicas. Cabe destacar su trayectoria de trabajo directo con comunidades en Tíbet, India, El Salvador y Colombia, dinamizando diferentes procesos de participación social. Está convencida de que para lograr una transformación social hacia un mundo más justo es imprescindible hacerlo desde la vía de la educación.

¿Cómo llegaste a la Sierra?
Buscando un lugar para tratar de echar raíces, después de haber vivido un poco nómada durante unos cuantos años. Mi abuela materna era de Pedrezuela, en este pueblo pasé muchos veranos de pequeña, y de alguna manera esto influyó en decidir venir a esta zona. En cuanto tomé la decisión, y antes de haber hecho la mudanza, encontré trabajo por aquí, así que pensé que era una buena señal…
Muchos km en el historial. ¿Por dónde has andado? ¿Qué te has traído en la mochila?
He dado unos cuantos tumbos… Trabajé algunos años en proyectos de cooperación en diferentes lugares de Asia y América Latina, en el ámbito educativo, y aunque conocí algunas experiencias muy positivas, también me di cuenta de las grandes incoherencias que existen en la cooperación internacional. De las comunidades con las que colaboré, rescato el aprendizaje de que existen otros modos más coherentes de vivir, situando en el centro la sostenibilidad de la vida, y no el capital, como ocurre en occidente. También me traje el ejemplo de las mujeres con las que conviví, la fortaleza y la capacidad para sostener la vida en unos contextos donde el injusto modelo patriarcal provoca situaciones de falta de derechos, privación de acceso a recursos y relaciones de enorme desigualdad entre mujeres y hombres. Y claro, me traje una forma distinta de mirar el mundo, y las ganas de enredarme aún más para cambiar las cosas desde aquí.
Cuéntame tu nuevo proyecto
Olma Iniciativa Social (www.olmainiciativasocial.es) es la cooperativa que hemos creado Gonzalo Baena (Gontxo), Raúl San Juan, y yo, después de trabajar juntos en un proyecto de educación de calle con la Mancomunidad de Servicios Sociales Vega del Guadalix, Se trata de una cooperativa de iniciativa social, lo que significa que priorizamos los beneficios socio-ambientales de nuestra actividad frente a los beneficios económicos.
Trabajamos en el ámbito de la intervención social, nos interesa especialmente la participación, la equidad de género, la educación ambiental y la promoción de la agroecología. También aportamos impulso a la economía social, tejiendo redes con otras entidades y proyectos sociales. Estamos estudiando cómo vincular todo esto con la agricultura, como una nueva línea de trabajo.
Pon ejemplos concretos de lo que podéis hacer…
Proyectos de refuerzo a la educación formal y de prevención de fracaso escolar; programas de acompañamiento a la acción tutorial en centros educativos; cursos de formación sobre diferentes temáticas: voluntariado, equidad de género, educación para la participación;  escuelas de familias; formación para asociaciones;  actividades de educación ambiental,… Además nos aliamos con otras cooperativas expertas en sus áreas para ampliar líneas de trabajo y desarrollar planes de convivencia, de igualdad, de participación, de desarrollo local, etc..
Es el momento de emprender, con la que está cayendo?
Nos preguntamos ¿Podemos mejorar la que está cayendo creando Olma? Y la respuesta fue que sí.
El pasado diciembre las cooperativas Altekio, Andaira y Garúa publicaron un artículo titulado FACTOR C: Factores de resistencia de las microempresas cooperativas frente a la crisis y recomendaciones para un fortalecimiento cooperativo del sector de lo social.  Las principales conclusiones del estudio  fueron que las empresas cooperativas resisten mejor la crisis que el resto del tejido empresarial, los factores que lo explican se derivan de su estructura de propiedad, que les permite tener mejores mecanismos de adecuación ante las condiciones del mercado.
Lo social sufre con la crisis… ¿Qué  puede aportar una cooperativa como la vuestra?
La calidad y los valores con los que trabajamos. No buscamos un beneficio empresarial, sino vivir haciendo cosas que creemos que mejoran el mundo. Practicamos una economía cooperativa, esto también aumenta la calidad. Son muchas las redes sociales que se están generando entre diferentes iniciativas que apostamos por promover un cambio social y eliminar situaciones que generen desigualdad. ¿Cómo? Imaginando nuevas formas de creación e intercambio de recursos, formas colectivas distintas de gestionar lo común, recuperando todos los procesos de reproducción de la vida en su sentido más amplio…
Un mensaje para las administraciones, ante los recortes sociales…
Prioridades. Creatividad. Largo plazo. Apertura y escucha. Salir de los despachos y abrirlos. Políticas de participación: compartido, el poder pesa menos. Participar y aprender en proyectos que nacen de la gente. Leer sobre decrecimiento, participación, consumo colaborativo, economía social, etc. Reinventar. Las personas en el centro.