Ya llega el tiempo de comenzar a recoger los frutos. Dependiendo de la variedad de frutales que tengamos, madurarán ahora en septiembre o más entrado el otoño.
En la Huerta Catalina las variedades de frutales que madurarán en septiembre son el Manzano rojo, la Manzana Camuesa, la Manzana Rabuda, la Pera de Don guindo y la Pera de Agua, mientras que las que lo hacen en octubre son el Pero Gordo o de Aragón, el Pero Pardo, la Maílla Blanca, la Manzana de Pepita, la Manzana Esperiega, la Manzana Agridulce la Pera de Roma y la Pera de Pan. Durante el verano se ha ralentizado el proceso de crecimiento, dando tiempo a la maduración, siendo ésta clave para la buena calidad de la fruta.
Para que la fruta pierda su acidez y se endulce más, hay que tener en cuenta estos factores:
Tal y como hablamos en el artículo anterior, es muy importante el riego, ya que los riegos excesivos disuelven los azúcares y hacen que el fruto sea menos apetitoso.
Por otro lado el exceso de abonado es contraproducente, puesto que los nutrientes ya están en la fruta. Por esto también se recomienda no labrar la tierra, ya que trabajarla provoca la mineralización de la materia orgánica y la aportación de nitrógeno al frutal en un momento en el que no es necesaria.
También es positivo dejar un pasto controlado, segándolo en momentos de poco calor, para evitar que se acelere la maduración de la fruta debido a la evaporación de etileno, producida al cortar la hierba. Los restos de dicho desbroce se pueden utilizar para la realización de un acolchado alrededor del árbol, ya que deja libre al árbol de especies competidoras y contribuye a mantener el suelo más fresco.
Esta capa se irá renovando, ya que irá mermando por su paulatina descomposición. Aunque existe el riesgo de que guarde demasiada humedad, favoreciendo la instalación de hongos o al contrario, que se quede con la humedad de la lluvia, evitando que el agua penetre en el suelo.
En la Huerta Catalina se ha segado en varias ocasiones dejando rodales de especies silvestres o incorporando otras que nos han parecido interesantes, ya que fomentan la biodiversidad, o por su utilidad para elaborar preparados en decocciones o purines para tratamientos preventivos o de fortalecimiento de nuestros árboles: ortiga, milenrama, colleja, gordolobo, borraja, melisa, menta, caléndula, ajenjo, etc.
Una vez que los frutos han comenzado a madurar, contra la posible acción de moscas u orugas, fortaleceremos nuestros árboles con purín de ortiga y, en caso de zonas de difícil control, se puede embolsar la fruta, protegiéndola también de los pájaros que aprovechan para degustar el dulzor de las frutas.
Y ahora en Septiembre es interesante comenzar con la poda en verde sobre todo en los cerezos, para permitir que en el otoño entre la luz en todo el árbol. También es un buen momento para aplicar el compost o el estiércol, para ayudar al árbol a enfrentarse a los fríos del invierno.
Fuentes:
Estudio Etnobotánico y Agroecológico de la Sierra Norte de Madrid Tesis doctoral de Laura Aceituno Mata
La fertilidad de la tierra nº 49
Para más información, puedes pasarte por la Huerta Catalina, gestionada por el Programa de Dinamización y Promoción de la Reserva de la Biosfera Sierra del Rincón dependiente de la Consejería de Medioambiente y Ordenación del Territorio de la Comunidad de Madrid, situada en La Hiruela o escribir al correo: reservadelabiosfera@sierradelrincon.org
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