Me gusta la definición del Wikipedia sobre la palabra demagogia, amplía lo que dice el diccionario de la Real academia y dice así: Demagogia (del griego demos, pueblo y -agein-, dirigir) es una estrategia utilizada para conseguir poder político. Consiste en apelar a prejuicios, emociones, miedos y esperanzas del público para ganar apoyo popular, frecuentemente mediante el uso de la retórica y la propaganda.
Para obtener el uso y el disfrute del agua se hace y se ha hecho siempre mucha demagogia. La verdad es que el agua, como todos sabemos, es elemental para el desarrollo de la vida, como también lo es, para el ejercicio de la actividad agrícola y ganadera.
Pero el valor del agua se confunde muchas veces con su precio, así el valor de un pozo en Bélgica no es el mismo que el valor que tendría en el desierto de cualquier país del norte de África. Si quisiéramos poner ejemplos más cercanos, en nuestro país y relacionados con la profesión de agricultor o ganadero, estaremos de acuerdo en que no valora lo mismo un gallego el hecho de tener un pozo con agua abundante, que un murciano o un agricultor de Almería.
Quiero aclarar que en nuestro país, cuando se dice que falta agua, la mayor parte de las veces , no nos referimos al agua de beber, cuyo derecho aquí nadie discute, sino a otros usos agrícolas industriales o de ocio cuya conveniencia, utilidad y beneficio social puede y debe ser debatido y es a veces muy discutible.
Lo cierto es que garantizar nuestras producciones agrícolas y ganaderas, en nuestro país, hace necesario dedicar aproximadamente el 80% de toda el agua consumida a estos usos.
Ahora bien, debemos explicar a la sociedad con claridad y constancia que no la consumimos los agricultores y ganaderos sino que la consumen los ciudadanos que se alimentan con los tomates, las carnes, la leche o las frutas producidas gracias a esa agua.
Agricultores como intermediarios del agua
¿A alguien se le ocurriría decir que los propietarios o trabajadores de las gasolineras consumen toda la gasolina de España? o ¿acusar a los quiosqueros de consumir mucho papel por vender revistas y periódicos? Naturalmente no seria justo. Por eso los agricultores y ganaderos estamos hartos de oír que «los agricultores gastan el 80% del agua del país» o «los agricultores secan los ríos» etc. etc.
Puede ponerse en cuestión el modelo de desarrollo, o la manera de producir en cultivos o sitios determinados, o la conveniencia de modificar las leyes que regulan los usos del agua, o la forma en la que se vela por su cumplimiento; pero no se puede poner bajo sospecha permanente a los encargados de producir alimentos por que usan el agua.
Está claro que los agricultores y ganaderos como tenemos ese cometido, de administradores o intermediarios en el uso del agua debemos ahorrar la que sea posible y gestionar lo que es, un bien escaso y haciendo un uso sostenible del agua. En general así lo estamos haciendo instalando sistemas más racionales y ahorradores y los datos oficiales lo demuestran (encuesta ESYRCE) cada año. No niego que pueda haber excepciones y estoy seguro que se puede y se debe seguir mejorando, pero no se debe olvidar todo lo que estamos avanzando en ese sentido.
Pero ¿sabe la gente que para poder comerse un filete de vaca de 200 gramos son necesarios 1.000 litros de agua para producirlo?. Creo que no. El dato es cierto y no me lo he inventado yo, sino que procede de las escuelas de ingeniería que han echado las cuentas al respecto. El que tenga dudas que empiece por medir los litros de agua que debe beber una vaca hasta ser adulta, y los litros necesarios para producir cada Kg. del heno, los cereales o la paja de su alimentación.
Hay que dejar de «criminalizar» (mucha gente lo hace) los regadíos. A este respecto conviene recordar también que es en las hectáreas que se riegan en un país, tan seco como el nuestro, y en las actividades ganaderas, donde se crea la mayor parte de la riqueza y el empleo en el sector agrario y el medio rural. Eso nos permite tener entre otras cosas el autoabastecimiento nacional y una importante exportación de frutas, hortalizas, vino y otros productos agroalimentarios, o sea que es una notable fuente de riqueza y empleo, que además contribuye a equilibrar nuestra balanza comercial.
De donde sobra a donde falta
En la disponibilidad de agua tenemos dos Españas, la seca y la húmeda y las relaciones entre ambas cuando se refieren al origen, el transporte y el derecho de uso de las aguas, cuencas arriba o abajo y el destino final de las mismas, siempre ha estado rodeado de tensiones.
La cosa se agrava cuando las concesiones se hacen o pretenden hacerse desde la España seca a la seca o ¿alguien se atreve a decir que Castilla-La Mancha y Aragón pertenecen a la España húmeda?
La socorrida frase de «agua de donde sobra a donde hace falta» es muy repetida y aunque dicha así, todos inicialmente la suscribiríamos, en realidad es engañosa y mueve a confusión.
Porque ¿quién decide lo que es sobrar y cuáles son los elementos de juicio para decir que sobra? ¿Por qué criterios? y ¿cómo se decide donde falta y cuáles son los usos realmente prioritarios en esas zonas?
Por ejemplo, algunos entienden en términos agrícolas por «lo que sobra» la que se desagua en el mar, sin embargo otras personas desde el mundo científico o de la conservación dirán que la riqueza marina depende en buena parte de las desembocaduras de los ríos y los aportes alimentarios para los peces que allí se producen, o nos hablarán de la gran riqueza y biodiversidad de los deltas y de cómo se perdería si toda esa agua no llegase al mar. Sin ir más lejos muchos de los arroceros también opinarían lo mismo.
Por lo tanto cómo y quién decide lo que es un coste razonable para afrontar el gasto de las infraestructuras para llevar el agua de un sitio para otro, ¿la España seca, la húmeda? quién decide quién las paga …¿los beneficiarios? ¿el conjunto de los contribuyentes?
Panorama complejo y frustración ciudadana por los incumplimientos
La Unión europea ha dado un tirón de orejas a España por los innumerables retrasos en la planificación hidrográfica, mientras que abre expedientes sancionadores (como en estos días hemos sabido) en la sierra de Cazorla por usos indebidos de pozos y mantiene bajo vigilancia otros muchos lugares de nuestro país la gestión hidráulica.
Los portugueses llevan años clamando, eso si con discreción como hacen ellos, porque el Tajo lleve caudal en su desembocadura y no se lo quitemos antes, pero el Tajo no es una excepción, la aplicación de los caudales ecológicos, es una asignatura pendiente en la mayoría de las cuencas cuya aplicación real generará no pocas tensiones.
En la España actual hay muchos ciudadanos de las Comunidades de Valencia Murcia y de la Andalucía oriental fundamentalmente de Almería a los que les hubiera gustado ver realizado el trasvase del Ebro al levante como quería el PP. Unos son agricultores otros son votantes del P.P. y otros muchos ni lo uno ni lo otro. Por el contrario en Aragón o Cataluña muchos ciudadanos han visto muy correcto lo contrario o sea que no se hiciera.
Ni siquiera las mismas palabras significan las mismas cosas dependiendo de donde se escuchan, la frase repetida en Levante de «Agua para todos» que es buenísima (como lo sería también, casas para todos, dinero para todos, empleo para todos), cuando se pronuncia en Levante en realidad muchos la entienden como «agua para todos… Nosotros» mientras que en Aragón o Castilla la Mancha muchos la interpretan como «quieren Nuestra Agua para todos…..Ellos»
En Aragón y Castilla la Mancha, que hay que recordar que no son de la España húmeda, hay también muchos ciudadanos molestos por los incumplimientos del Estado en los planes de regadíos y de las infraestructuras de abastecimiento en sus comunidades. Son conscientes de las restricciones que ellos tienen que soportar mientras que observan como más arriba o abajo en esas mismas cuencas se gasta el agua con generosidad.
Las SEIASAS que eran sociedades estatales de inversiones en estos asuntos del regadío y el agua empezaron por reducirse en número y ahora, vistos los presupuestos generales del estado todo apunta a que se quedan para vestir santos
En algunas demarcaciones hidrográficas como la del Duero tienen las reservas bajas y aunque haya llovido tardíamente algo, las restricciones en el riego se harán sentir este verano; parece que estamos entrando, ojalá no, en un periodo de esos de varios años de sequía.
En el caso de la Mancha sus ciudadanos ven además como parte del agua de las cuencas que pasan por su territorio, se van mediante el trasvase Tajo Segura a otras regiones mientras constatan en este caso los graves incumplimientos de los planes aprobados por gobiernos del PSOE como el Plan del Alto Guadiana.
Real Decreto de medidas urgentes o «la cuadratura del círculo»
Miguel Arias Cañete con la aprobación del real decreto de medidas urgentes ha intentado en esta zona, resolver la situación y dar la posibilidad de que los pozos de pequeños agricultores que tienen una solicitud al respecto, puedan legalizarse. Pero en realidad solo se les da un derecho teórico a usar un pozo, cuyo derecho de uso real, está vinculado a que puedan comprar realmente el agua.
Esto originará un importante mercadeo (cuando no trapicheo) de derechos de agua, unos con agua real y otros no, lo que dará muchas probabilidades para que los especuladores y «los listos de siempre» hagan su agosto a costa de las necesidades de los pequeños agricultores. Es discutible su conveniencia y oportunidad dentro de las circunstancias actuales pero generará tensiones entre agricultores y además con los ecologistas; si estoy equivocado el tiempo lo dirá.
Creo que va siendo hora de superar periodos donde unos, sólo hacen declaraciones encontradas y supuestas frases inteligentes, como a las que nos han tenido acostumbrados políticos como Barreda en la Mancha o Valcárcel en Murcia, mientras que los que tienen que actuar a nivel de estado no hacen nada de nada, como el anterior Secretario de Estado de Agua, Puxeu.
El propio Arias Cañete afirmó en sede parlamentaria que lo peor de su herencia y los mayores retrasos los recibían en materia hidráulica. No lo ponemos en duda, veremos que hace él. Por el momento ha sacado un decreto que pretende «la cuadratura del círculo» en la Mancha o sea regularizar pozos que no podrán regar si no compran el derecho de riego. El debate esta servido
Mucho me temo que en esta legislatura, como no va a haber recursos para realizar grandes obras de infraestructura, algunos políticos de uno y otro lado tengan la tentación de»apelar a prejuicios, emociones, miedos y esperanzas del público para ganar apoyo popular, mediante el uso de la retórica y la propaganda», es decir de hacer demagogia (según la definición de Wikipedia).
Me permito sugerir, que los principales partidos políticos, en lugar de enfrentarnos a los ciudadanos con el tema del agua, deberían pactar cuales son las actuaciones más necesarias para el país, procurar el presupuesto necesario para su realización, abrir un periodo breve de sugerencias a la ciudadanía y después llevarlas a la practica.
Entre tanto quiero recordar que los agricultores regamos con agua no con demagogia.
José Manuel de las Heras
Coordinador de la Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos
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